Una sonora y estruendosa pitada fue ayer el sonido de bienvenida que escuchó nada más bajar del coche oficial el conseller de Sanidad, Luis Rosado, en su visita al Hospital General de Elche. Más de un centenar de trabajadores recibió a Rosado al grito de "chorizo, queremos trabajar" y "manos arriba, esto es un atraco", unas consignas con las que los empleados sanitarios de todas las categorías quisieron manifestar sus protestas no sólo por los recortes en los salarios, sino también por lo que ellos consideran un desmantelamiento de la sanidad pública.

La protesta se concentró a las puertas de la UIAE, por lo que el coche oficial de Rosado estacionó casi a la entrada misma del edificio y tras bajar a toda velocidad del vehículo acompañado por distintos responsables sanitarios se encaminó hacia el interior del inmueble rodeado de un grupo de policías nacionales que instantes después fueron los que crearon un cordón para impedir que las personas que mostraban públicamente sus quejas pudieran seguir a la comitiva que acompañaba al conseller en su visita. Pese a que inicialmente parecía que la intención de los manifestantes de acceder al edificio podría desembocar en algún altercado, los trabajadores optaron por mantenerse en la calle gritando sus consignas mientras el conseller se adentraba en los distintos servicios de la UIAE. Rosado realizó la visita escoltado por varios policías nacionales que siguieron a la comitiva durante el recorrido por la UIAE para evitar incidentes y, al final de la misma, salió por la puerta que da acceso al parking subterráneo para evitar darse de bruces nuevamente con las protestas.

En este sentido, los representantes de la junta de personal afirmaron que los ajustes en personal suponen recortar los servicios que se ofrecen al ciudadano y que las protestas generalizadas no sólo obedecen al "tijeretazo" que se ha aplicado en las nóminas del personal.

Rosado afirmó que los recortes salariales afectan sólo a la carrera profesional "y no a todos los interinos. Además, se ha mantenido a todo el personal sanitario. Este recorte es transitorio, a corto plazo, y en cuanto haya atisbos de una recuperación económica desaparecerán", indicó el conseller, quien afirmó que "está en estudio la posibilidad de que quien más trabaje más retribuciones tenga con el fin de mejorar su productividad". Luis Rosado sugirió la conveniencia de tener en consideración las posibilidades de mejoría en el futuro, momento en el que los trabajadores sanitarios recuperarán su poder adquisitivo. "Sin embargo, no ha habido recortes en la prestación sanitaria, se están mejorando los circuitos. Prueba de ello es la Unidad Integral Ambulatoria del Hospital General de Elche".

La visita de conseller incluyó la nueva Unidad de Endoscopias que, desde su puesta en marcha en febrero ha realizado 474 pruebas, de las que 219 fueron colonoscopias, 22 colangiopancreatografías retrógradas endoscópicas, 217 gastroscopias y 14 ecoendocopia. El servicio, además, es pionero en la Comunidad Valenciana en la incorporación de imágenes de las endoscopias en la historia clínica electrónica de los pacientes.

También el conseller de Sanidad visitó el nuevo Hospital de Día de Oncología, un área que ha aumentado sustancialmente el espacio dedicado a la atención de los pacientes, así como la confortabilidad de las estancias que cuentan con la más moderna tecnología. Además, el Hospital de Día ha incorporado nuevos servicios como una consulta psiconcológica y otra de Enfermería Oncológica.