Después de dos meses desde que se anunciaran los recortes de personal en el ámbito de la educación y la sanidad pública, las concentraciones no cesan.

La comunidad educativa volvió a demostrar ayer su rechazo a los impagos referentes al servicio de comedor y la cuota del bonolibro, así como el recorte de las plantillas del profesorado interino o la bajada de los sueldos de los docentes. De manera colectiva, profesores, padres y alumnos salieron a la calle antes de entrar a clase, en mitad del recreo, o después de la jornada escolar con pancartas en las que se podía leer frases como: "la educación no es un gasto, es una inversión", "no a les retallades, depuració de responsabilitats", "no podemos apretarnos el cinturón y bajarnos el pantalón al mismo tiempo", entre otros lemas. Así en los diferentes barrios de la ciudad, como en las partidas rurales ilicitanas se pudieron oír ayer las reivindicaciones y reclamos contra el Consell.

En El Altet, los usuarios del colegio Rodolfo Tomàs y Samper y el profesorado se concentraron por novena ocasión frente a la puerta del edificio. También, entre otras movilizaciones, destacó la protesta en grupo que protagonizó la comunidad educativa de los centros de la Ronda Norte en la plaza Primero de Mayo.

También el personal sanitario se ha vuelto a sumar a las concentraciones. Alrededor de 300 personas, tanto docentes como personal sanitario, se manifestaron contra los recortes ayer por la mañana, junto al instituto La Asunción, para reclamar "una respuesta coherente por parte de la administración. Las movilizaciones ya no forman parte del calendario de actuaciones de este mes, pero la gente sigue respondiendo y vamos a continuar en la calle", indicaron los delegados de CC OO del Hospital General.