"Los zapatos de tacón alto que no encuentras en las tiendas, directamente de la fábrica a tu casa". "Si no encuentras lo que buscas, nosotros lo hacemos por tí". Son los dos principales reclamos que utiliza la empresa ilicitana Extreme Hig Heels, "el sitio donde puedes encontrar los tacones más altos y extremos del mundo". Este lugar se encuentra en un pequeño taller, casi perdido, en la pedanía de Torrellano Bajo, en Elche.

Pablo Beneit y su mujer, Esther González, están al frente de la empresa Extreme High Heels atendiendo pedidos de forma directa a través de la web en Internet y por teléfono. Tacones de todas las alturas imaginables, con plataformas, zapatos, sandalias y botas extremas en todas las tallas. Diseños exclusivos a medida y zapatos de novia especiales. Todo un mundo de posibilidades en líneas sexys, eróticas y atrevidas que, generalmente, se comercializa entre clientes del mundo del espectáculo y "drag queen" que los lucen en fiestas y carnavales.

Del taller de Torrellano han salido zapatos con tacones de hasta un metro de altura y se trabaja con tallas diferentes hasta una 48 como máximo, comentan. Las plataformas más altas de entre los pedidos habituales, las que superan los 60 centímetros, pueden llegar a pesar 20 kilos. Unos zapatos o botas, dependiendo de los detalles y el modelo, puede estar listo entre dos y dieciocho semanas.

La firma de Torrellano tiene clientes en Alemania, Francia, Bélgica, Reino Unido, Holanda, Austria, Ucrania, Estados Unidos e, incluso, Japón y Australia, entre otros países. Todo se hace por encargo. Un modelo salido del taller, dependiendo de los detalles, aderezos y extras que solicite el cliente, puede costar entre 76 y 2.000 euros, si bien el precio medio ronda los 150 ó 200 euros. Los zapatos de carnaval suelen costar unos 120 euros, señala Esther González. "Vendemos sin ningún intermediario eso nos permite un margen comercial para seguir. Sin embargo, lo que antes era un negocio ahora ya sólo es un oficio", asegura Pablo.

Discotecas de Ibiza y crisis

Para clientes, generalmente del mundo "drag", y profesionales en las célebres fiestas de las noches de Ibiza la empresa ilicitana lleva ya más de tres años suministrando entre 40 y 60 pares cada año. "Nos piden modelos para las discotecas, para los grupos de animación, las "go-go girls". Sin embargo, desde China ya les ha llegado la competencia y Pablo y Esther saben que hay clientes que compran este tipo de zapatos en el país asiático.

La actividad del matrimonio se ha visto afectada por la crisis. "Nos han bajado, sobre todo, los pedidos a nivel del mercado nacional, mientras que la demanda del extranjero ha subido algo. De forma global, hemos tenido una caída del 60% en la demanda. Hacemos diez o doce pares al mes cuando hace unos años sacábamos 250 pares semanales", explica Pablo Beneit.

Por ello, Pablo y Esther están preparando una serie de doce modelos de zapatos de baile, alguno específicos para el tango, con el fin de ampliar y diversificar el producto. "Trabajamos con un producto que, evidentemente, pretende buscar un comprador de cierta élite. Por eso utilizamos pieles y componentes de primera calidad. Estamos haciendo zapatos clásicos de salón por 90 euros, pero nos encontramos que los chinos los fabrican por 22 euros".

Los orígenes de este taller se remontan a 1929, con Juan Beneit, el abuelo de Pablo, como fundador de la primera fábrica de hormas en la familia. Posteriormente, Pablo Beneit Cuadrado, el padre de la actual gerente de Extreme High Heels, seguiría la actividad hasta que en 1999 Pablo Beneit empieza a fabricar para la firma "Hig Heel Factory" zapatos extremos y de tacón alto, consiguiendo alturas de tacón, hasta entonces imposibles y revolucionando el mundo del fetichismo y los tacones altos.

Modelos para galas del carnaval de Las Palmas

Extreme High Heels tiene en el colectivo de los "drag queen" una clientela segura. Por ello, muchos de los zapatos y botas que se han puesto los participantes de la gala de carnaval "drag queen" que se celebró ayer en Las Palmas de Gran Canaria llevan modelos fabricados por el matrimonio ilicitano.

Pablo Beneit dice que "atendemos muchos pedidos para este tipo de cliente con independencia de los carnavales. Lo que pasa es que en la gala de Las Palmas estos zapatos forman parte del espectáculo de la vestimenta. Hemos hecho tacones de hasta un metro de altura y trabajamos con tallas diferentes hasta una 48 como máximo", comentan. Personas del mundo de la música, como Rubén Pozo, del grupo Pereza, o Pipi, del grupo Ska-P, han sido clientes. También los tienen entre actrices del porno y personas anónimas aficionadas al fetichismo.