El equipo de gobierno ha puesto en marcha desde este mes un plan de control del gasto en todos los departamentos y áreas municipales para evitar que el pago de las facturas se dilate en el tiempo y, paralelamente, frenar el exceso de gasto. De esta forma, cuando un departamento solicite un bien o un servicio a un proveedor deberá pedir previamente a la Intervención de Fondos un número de autorización, que también tendrá que reseñar el proveedor cuando presente la factura.

El concejal de Hacienda comentó que "este nuevo sistema permitirá que sea el interventor quien avale que hay dinero para hacer frente a esos pagos y, por tanto, se verá respaldado cuando vaya a pedir el abono".

Una vez que se presente la factura, se remitirá al departamento en cuestión para que se tramite en el plazo de 15 días y que la devuelva a la Intervención de Fondos. Cumplido ese periodo, y en caso de incumplimiento, se le dará un nuevo plazo máximo de 48 horas y, en caso de que tampoco se cumpla, el concejal anunció que se abrirá un expediente al responsable de ese incumplimiento. "El objetivo final es que las tramitaciones de los pagos se lleven a cabo con eficacia y eficiencia en los procedimientos, que no se quede ninguna factura en los cajones de las concejalías y que podamos frenar el exceso de gasto", sentenció.

Latour criticó que, "con el anterior equipo de gobierno, había una falta de control total sobre la Hacienda Pública municipal y de la Hacienda Pública municipal respecto a los departamentos municipales, y eso lo queremos cortar de raíz". En este sentido, puntualizó que, desde junio y hasta el pasado mes de enero, "nos hemos encontrado con 6 millones de euros en facturas en los cajones", con peticiones de pago incluso pendientes desde el año 2007.