Un zapato infantil que sea confortable, de fácil uso y versatilidad, pero sin renunciar a la estética, es una de las demandas realizadas por los padres, según se recoge en el estudio del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) presentado ayer en la Feria Internacional de la Moda Infantil y Juvenil (FIMI) que se inauguró en Valencia.

En el estudio, que forma parte del proyecto europeo Desing/Children, se ha puesto de relieve que en el sector de la ropa y el calzado para niños con edades de 0 a 4 años "hay que tener en cuenta aspectos relacionados con la sensación táctil, la protección térmica y la versatilidad de uso, mientras que las expectativas de los padres pasan porque sean más fáciles de poner y de limpiar, sin olvidar la estética".

En el caso de zapatos y ropa para niños de más de 4 años, las necesidades se centran en la facilidad en vestirse, protección térmica, versatilidad y estética. Los padres se fijan también en la durabilidad del producto (que no se desgaste fácilmente) y que sea de fácil limpieza.

El investigador del IBV y coordinador del proyecto, José Olaso, explicó que una tendencia a solventar del problema clásico del diseño infantil ha sido reducir el patrón del producto ideado para un adulto, por lo que propuso revisar el patronaje textil y el diseño de calzado para adecuar estos productos a los más pequeños.