La cita con el roscón de Reyes se ha convertido en ineludible para los paladares más tradicionales. Por ello, las pastelerías de Elche han emprendido toda una carrera de obstáculos para elaborar el mejor bollo dulce cargado con las sorpresas más de moda, e incluso, con regalos personalizados.

Los roscones tradicionales espolvoreados con azúcar y coronados con fruta confitada para mojar en el chocolate son los grandes protagonistas de las ventas. Sin embargo, los panaderos coinciden en que han tenido que ampliar la producción de los dulces rellenos, debido a la gran demanda. "Con chocolate, trufa, crema, cabello de ángel mousse... los clientes muestran ahora una mayor preferencia para tomarlos como postre", apunta José Luis Lozano. En esta panadería elaborarán este año cerca de 10.000 roscones para distribuirlos por toda la provincia de Alicante.

Las sorpresas, escondidas en el interior de la masa dulce, también se convierten en una de las aliadas de la noche de Reyes. Las típicas jarritas de toda la vida han abierto hueco a las figuras de dibujos animados más de moda, los clásicos de Disney. "Los niños son los que más disfrutan con las sorpresas y las panaderías tienen que estar a la última", apuntan desde la pastelería Patiño, donde prepararan unos 1.200 roscones.

Pero, ahora, hasta los regalos llegan incluso a ser personalizados. "Algunos clientes nos piden que les pongamos dinero, cheques o anillos, el romanticismo todavía está presente", apunta Francisco Castell.

Los roscones eróticos alcanzan protagonismo año tras año, sobre todo para los jóvenes. Entre las novedades, los bollos dulces también esconderán este año pendientes y pulseras. La cadena Lozano ha llegado, incluso, a introducir hasta 1.200 euros en cheques de manera aleatoria en los roscones.

Este año, la mayoría de las panaderías mantendrán la producción, con respecto al pasado año, al igual que los precios, pese a que la materia prima en los últimos cinco años no ha dejado de subir. Aunque en cada negocio los precios varían, el roscón más barato puede estar entre los cinco y diez euros y el más caro suele llegar a los veinte euros.

La técnica para cocinar los roscones varía en cada horno. Unas pastelerías apuestan por las antiguas recetas y el toque de agua de azahar, otras elaboran una masa madre natural con los tiempos de fermentación más largos para que el dulce dure más tiempo jugoso y no se seque.

Así, para todos los gustos y elaborado con ingredientes y secretos muy similares, pero con formas distintas, los roscones llegarán a los hogares ilicitanos como parte de una costumbre histórica.