¿Cómo acaba cambiando Antonio Amorós la Policía Local de Petrer por la de Elche?

A raíz de que la plaza de intendente general quedara desierta hace unos meses, el equipo de gobierno me planteó si me podía interesar el tema y accedí prácticamente sin pensarlo, ya que es un reto muy importante. Aparte de que sea un ascenso, que es lo de menos porque ya estoy en la escala superior de la Policía, es un reto importante porque es una población mucho más grande, la tercera de la Comunidad, y tiene más plantilla. Además, siempre he tenido mucha vinculación con Elche y, de hecho, tengo familia aquí, de pequeño llegué a vivir en El Toscar, y siempre he tenido muy buenas relaciones con la Policía Local de Elche. Es más, cuando estaba de jefe Manuel Calvache muchas poblaciones copiábamos aspectos de la organización de la Policía de Elche y los hemos llegado a trasladar a nuestras plantillas.

De tener bajo su cargo a 60 agentes pasará a tener casi 400. ¿Cómo se afronta un cambio así?

El hecho de llevar una Jefatura es igual, independientemente de que haya 60, 400 ó 1.000 agentes. Evidentemente, cuantos más policías, más problemas, porque somos personas, pero, en realidad, el servicio al ciudadano y el trabajo de distribución de efectivos es prácticamente el mismo porque, al final, el objetivo es acercar más la Policía al ciudadano y que se nos vea.

¿Es posible conseguir que el ciudadano sienta esa presencia con los medios con los que cuenta la Policía en estos momentos?

Antes de nada hay que ver cómo está organizada la plantilla. Sé que hay varias unidades, pero no los efectivos que tienen o los servicios que se están desplegando en la ciudad. No obstante, tenemos que apostar por tener mucha presencia y por ser accesibles al ciudadano. No se trata sólo de patrullar con un vehículo, sino de que pueda hablar con nosotros, de que nos sienta cercanos, y de que la respuesta sea lo más inmediata posible ante la llamada, porque eso da una sensación de mayor seguridad. Eso significa también, sobre todo por mi parte, el contacto con las asociaciones de vecinos y otros colectivos, escuchar sus problemas y sus necesidades.

Más allá de la presencia en las calles, ¿Elche es una ciudad segura?

Por los datos que tengo hasta ahora, Elche es una de las ciudades más seguras, dentro de lo grande que es. Es una ciudad industrial y donde se mueve dinero, y eso da lugar a más delitos contra la propiedad. Sin embargo, parece una ciudad bastante segura.

¿Por dónde pasan los objetivos inmediatos en materia de tráfico?

En Elche hay una Unidad de Movilidad, como en todas las poblaciones con la categoría de gran ciudad, pero actualmente sólo gestiona el servicio de grúa, y creo que se le puede sacar más rendimiento a esa unidad, que se puede desplegar el servicio, intervenir en temas de regulación de tráfico o de controles en los puntos negros, aunque hay que ver los efectivos que tiene. También tenemos que estudiar la problemática del tráfico en Elche en estos momentos.

¿Cuál es su principal preocupación en el inicio de esta nueva etapa que ahora empieza?

Lo que más preocupa es conocerlo todo cuanto antes para empezar a poner en marcha el proyecto y cumplir con la responsabilidad de que todo vaya como debe ir.

Y, al margen de lo que se encuentre en su día a día, ¿cuál es la percepción que tiene ahora?

Nosotros siempre hemos tenido una imagen de la Policía Local de Elche, no solamente en la provincia sino fuera, de una plantilla de hombres y mujeres muy profesionales, y muy bien organizada y creo que eso no ha cambiado, por lo que tengo hecho mucho camino.

¿Qué va a hacer para "ganarse" a los agentes?

No se trata de ganarse a los agentes, sino de que se sientan respaldados en su trabajo diario en la calle, y que sean conscientes de que vengo aquí a poner mi granito de arena, pero también a aprender.

Los sindicatos tienen varias cuestiones encima de la mesa. ¿Qué línea se va a seguir?

Espero que la relación con los sindicatos sea cordial. Hasta ahora, nunca he tenido problemas con los sindicatos porque, al final, suelen ser gente razonable, son conscientes de la situación y de hasta dónde se puede llegar y mi línea va a ser de un talante abierto y de diálogo. Habrá puntos encontrados, pero, al final, se llegará a acuerdos porque la lógica siempre se impone

¿Le preocupa que el hecho de venir de otra población pueda hacer que desde ciertos sectores se le vea con recelo?

Las policías locales siempre nos hemos quejado de que los políticos siempre nos minusvaloraban cuando había una vacante en una jefatura de la importancia de ésta, ya que traían a alguien del Ejército, la Guardia Civil o la Policía Nacional. Ahora se ha contado con alguien del cuerpo, porque soy policía local desde hace 29 años, y, además, vivo a 16 minutos de aquí. Por tanto, ni me siento de fuera como ciudadano ni fuera del cuerpo. No soy un extraño ni un extranjero en Elche.

Llega a Elche de la mano de un equipo de gobierno del PP. ¿Se puede convertir eso en un momento dado en un lastre?

Yo no conocía a nadie del equipo de gobierno de Elche. En Petrer ingresé cuando estaba mandando el PSOE y estuve 16 años con ellos; luego, tres mandatos con Izquierda Unida; y ahora llevamos dos con el PP. Hasta ahora, no he tenido problemas con ninguno de ellos. Me he dedicado a mi profesión, he procurado ser un buen profesional y no inmiscuirme en temas políticos porque eso no nos toca a los funcionarios y, de hecho, pienso que eso es lo que ha llevado a que me llamaran. Por no militar, no milito ni siquiera en ningún sindicato.

Sin embargo, llega como cargo de confianza...

No es un cargo de confianza, es un puesto de funcionario y, dentro de los funcionarios, se puede acceder a un puesto por oposición o en comisión de servicio, estando siempre dentro de la misma categoría. Por tanto, me encuentro en comisión de servicio hasta que vuelva a salir la plaza. Si la gano, me quedaré y, si no la gano, volveré a Petrer.

Por tanto, tiene intención de presentarse a esa plaza...

No sólo tengo intención de presentarme, sino de quedarme, otra cosa es que salga la cosa mal.

Uno de los argumentos más esgrimidos por la oposición es su imputación por no tramitar una denuncia de maltrato psicológico...

En las jefaturas, y sobre todo después de tantos años, es raro que no hayas tenido algún problemilla de este tipo. Ahí lo que ocurrió no es que yo cometiese un delito, sino que hubo una tramitación deficiente y, al final, el jefe de la Policía Local es el responsable de todo lo que hacen los agentes que tiene a su cargo, pero, una vez que se aclaró, eso se quedó archivado y ya no hay nada absolutamente de eso.