El juicio contra los ñetas por asociación ilícita, señalado ayer en la Audiencia, se cerró con una conformidad, en la que los acusados reconocieron las acusaciones y se conformaron con la pena mínima: dos años de cárcel para los dos dirigentes de la banda en Alicante y Elche; así como un año para el resto de integrantes de la banda. Con esta condena, ninguno de ellos tendría que ingresar en prisión en el caso de no tener antecedentes penales. De los nueve acusados, se sentaron en el banquillo cinco; dos ya habían sido expulsados del país en aplicación de la Ley de Extranjería y otros dos están en paradero desconocido.

Los miembros de esta banda latina no eran juzgados por ningún hecho violento en concreto, sino por sus reglamentos internos y estatutos, con castigos a los miembros que no seguían los normas. La Fiscalía considera que estos castigos eran un modo de asegurarse el control de la personalidad.

El escrito de acusación, asumido por los acusados, recoge algunos de los castigos para quienes no cumplían con las normas de la banda. "Dar el palo" consiste en atizar al infractor con un palo de madera; "hacer el pasillo" es formar dos filas con una pasillo central por donde pasa el sancionado mientras los otros le golpean de cuello para abajo. Antiguos miembros de la asociación denunciaron que un joven recibió una paliza por salirse de la banda y otro fue castigado por no acudir a las reuniones. "Esta conducta atenta contra el derecho a la integridad física y moral, propiciando tratos inhumanos y degradantes", dice el fiscal.