En enero de 2008 se puso en marcha un proyecto para regenerar el antiguo vertedero de La Rápita y crear un pulmón verde cerca del casco urbano que sirviera como zona de esparcimiento para los ilicitanos y, paralelamente, mejorara los accesos a Elche por la zona de Carrús. Las obras comenzaron y, unos meses después, lo que en su día había sido un basurero se reconvirtió en una zona de recreo de 152.000 metros cuadrados, con unos 4.000 árboles, entre los que destacaban variedades como las plataneras, los ficus, los brachichitos, los pinos, los olivos bordes, y algún ailanto, que, en su momento, fue trasplantado de otras zonas de la ciudad, junto a otras especies arbustivas. De hecho, es a este espacio al que en los últimos años se han trasladado los árboles que causaban algún tipo de molestia en la vía pública, fuera por sus dimensiones o por el tamaño de sus raíces. El parque, además, se dotó con mesas y sillas.

Sin embargo, desde que terminaron las obras, la puerta que da acceso a este espacio, que está vallado, siempre ha permanecido cerrada a cal y canto, y sólo se abrió de forma puntual en la primavera de 2010, coincidiendo con la Mona. Ahora el concejal de Vía Pública, Manuel Rodríguez, asegura que la intención del equipo de gobierno es retomar este proyecto y, aunque por ahora evita dar fechas, sí afirma que "nuestro compromiso es abrirlo para el próximo año". En este sentido, precisa que, "en estos momentos, nuestra prioridad es la ciudad y podar los árboles que hay en el término municipal, porque algunos, como los del Paseo de las Eras de Santa Lucía, llevaban más de cuatro años sin podarse y eso estaba afectando a los ejemplares". A partir de ahí, y si la situación económica lo permite, comenta que "queremos poner más mesas y sillas, incorporar algún servicio más, y completar el sistema de goteo para que, cuando se pueda abrir, reúna unas condiciones mínimas".