Se trata de una situación endémica de alto riesgo para personas y bienes a la que nadie pone solución. Y es que el río Vinalopó, por el que normalmente apenas circulan caudales se convierte en todo un peligro cuando se producen lluvias torrenciales en su cuenca que amenazan periódicamente con inundar el sur del término municipal de Elche. Al menos así se estima desde la comunidad de Regantes de Carrizales que ya sabe lo que es sufrir las consecuencias de un Vinalopó crecido. Ante este riesgo real los regantes piden que se ponga fin a la incertidumbre que se produce cada vez que llueve en el Vinalopó y su área de influencia.

El secretario de Carrizales, Pascual Román pide a las distintas administraciones que actúen para evitar desgracias personales y pérdidas materiales en caso de riada.

El problema subyace en el lugar donde desemboca el Vinalopó, el azarbe de Cebadas. El río llega al mismo con una anchura aproximada de 20 metros y vierte todo su caudal al canal de un anchura de dos metros. Este hecho provoca, según Román, que cuando se producen riadas el azarbe no tenga capacidad para dar salida al mar toda el agua que le llega, y si a la vez, se da un viento de Levante el canal no puede desaguar por la acción de las olas. "De ahí que se produzcan las inundaciones" afirma.

La solución que proponen los regantes a las administraciones pasa por ampliar la anchura del azarbe de Cebadas entre 10 y 15 metros así como por reforzar sus margenes con muros de piedra. Todo ello a lo largo de cincos kilómetros comprendidos desde el punto que desemboca el Vinalopó hasta el mar.

Recuerda que en el año 1989 estas coincidencias meteorológicas produjeron que durante 22 días las 1.300 hectáreas de la superficie agraria de esta comunidad estuvieran bajo las aguas. También se inundaron las partidas de Daimes y La Hoya donde "residen" 3.000 familias. "Como tenga lugar una inundación veremos quien es el responsable" subraya el secretario de Carrizales.

Sobre las últimas lluvias destaca que hemos estado en alerta pero al final, "no ha pasado nada, hemos tenido suerte" ya que las precipitaciones en el Alto Vinalopó no han sido abundantes.

No ha sido así en el termino municipal de Dolores donde buena parte de su huerta se ha visto inundada por el agua. "Nos pidieron ayuda para utilizar el azarbe para desaguar pero no pudimos porque ya estaba lleno" señala Pascual Román.

Otro problema que sufre la comunidad de Carrizales son los sedimentos que bajan mezclados con el agua del río Vinalopó. Estos se despositan de manera continua en el azarbe de Cebadas y, si no se retiran, con el tiempo el canal se aterra. Román indica que el coste de estos trabajos "lo tenemos que asumir nosotros solos al no tener ayudas".