La situación del Palacio de Justicia de Elche sigue sin normalizarse. A la falta de papel, hecho al que continuamente se enfrentan los funcionarios para poder realizar sus funciones, se une también que desde septiembre, no funciona el aire acondicionado. Y ahora se añade la falta de personal debido a que no se cubren las bajas o las renuncias.

Este en el caso de Juzgado de instrucción número 4 que en un escrito hecho público con el título, "Aviso importante", informa a los usuarios de la Ciudad de la Justicia de que mientras la Conselleria de Justicia "no se digne" nombrar funcionarios para cubrir las plazas en las que no hay personal, "no se atenderá" a ningún profesional o ciudadano que pregunte por expedientes relacionados con asuntos civiles o determinadas diligencias previas. Como excepciones para ser atendido se enumeran causas con preso, jurados y sumarios.

En el escrito se expone que esta situación se da como consecuencia de las continuas bajas de funcionarios y la tardanza de la administración en la gestión de nuevos nombramientos para cubrir bajas o concursos de traslados, así como, por el volumen de trabajo que se soporta "por todos los que trabajamos aquí".

En la actualidad de las 11 personas con funciones en este juzgado "faltan tres, el lunes se unirá un cuarto y no hay previsiones de que sean sustituidos" según denuncian los funcionaros afectados. Como muestra de la actitud de la administración, se añade que el pasado día 4 de octubre se envió a la Conselleria de Justicia un correo electrónico solicitando la incorporación de un funcionario.

La respuesta se obtuvo el 4 de noviembre y se informaba de que este tipo de peticiones se debe hacer mediante fax. A continuación, relatan los afectados, se expuso que había instrucciones para hacer este tipo de peticiones mediante medios electrónicos para ahorrar. "Nos dieron la razón pero se tuvo que reenviar la petición, todo ello, un mes después; no se nos caen las lágrimas porque no nos quedan" denuncian. Se muestran conformes estos funcionarios en realizar, "circunstancialmente", el doble de trabajo o hacer otras tareas distintas a las encomendadas pero "nos negamos a que sea algo habitual". El problema, dicen, es económico pero, "cuando no existía esta cuestión también se daban casos de esperar hasta tres meses para nombrar a un funcionario".