La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Elche (FAPA) teme que, tras las agresiones que sufrió una niña de 22 meses el pasado jueves en una escuela infantil en Elche, se encuentre en realidad el recorte en cuanto al número de educadores y docentes por parte de la Administración autonómica.

Maire Guilabert, presidenta de la FAPA, apuntó ayer que desde hace dos años los centros educativos, incluidas las escuelas infantiles, están sufriendo recortes en cuanto a personal.

En este sentido, el hecho de que la pequeña resultara agredida, -según los padres de la misma llegó a recibir hasta una treintena de bocados propiciado porque ningún adulto estaba pendiente de la menor-, puede deberse a que cada vez hay más niños por aula y menos profesionales para atender con los medios necesarios a los grupos.

Desde estos centros infantiles se indica que no es lo mismo atender a niños de Primaria totalmente autónomos, que a pequeños con varios meses que pueden protagonizar cualquier ocurrencia. "En estos centros cada vez tienen menos apoyos, y si una profesora, por ejemplo, tiene que llevar a un niño a un aseo, el resto puede permanecer un rato casi sin atención", apunta Guilabert.

El suceso, ocurrido en una escuela infantil dependiente de la Conselleria de Educación, la cual ya ha anunciado que investigará los hechos, además de garantizar a los padres que esta situación no se volverá a dar, ha corrido rápidamente entre otras familias cuyos hijos acuden a este centro.

Los padres de la pequeña insistieron ayer que prácticamente todas las agresiones se deben a reiteradas mordeduras y no a otro tipo de patologías. En el parte médico se recoge que la pequeña presentaba "eritemas, erosiones lineales, hematomas múltiples en abdomen periumibilical, (...) ambos glúteos y toda la espalda en forma circular, todas ellas sugerentes de mordedura".