Un padre ha denunciado en Comisaría las agresiones que ha sufrido su hija de 22 meses mientras se encontraba bajo la tutela de los responsables de una escuela infantil dependiente de la Conselleria de Educación en Elche. José Manuel Ortiz considera que los bocados y golpes que recibió el pasado jueves su hija, por parte de otro niño del centro, evidencian sobre todo que nadie estuvo pendiente de ella durante un buen rato.

La familia asegura que la pequeña recibió, no uno ni dos bocados, sino hasta una treintena de mordeduras, además de sufrir alguna que otra contusión en el patio, lo que indicaría, según los denunciantes, que su hija estuvo un determinado lapso de tiempo sin ningún tipo de vigilancia.

De hecho, el padre cree que la pequeña se golpeó en la cabeza y que tal vez quedara en algún momento inconsciente, situación que algún otro pequeño aprovecharía para morderla de manera reiterada y durante un buen rato.

La facultativa de Urgencias que la atendió ese mismo día refleja en el parte médico que la pequeña presenta eritemas, erosiones lineales y hematomas múltiples en abdomen, zona periumbilical, ambos glúteos y toda la espalda.

Hasta debajo del pañal

De hecho, hasta debajo del pañal y en la propia cara la pequeña recibió bocados, según muestran las fotografías tomadas por el propio padre.

"¿Dónde estaban las profesoras?", se pregunta el denunciante, quien asegura que cuando le avisaron el pasado jueves para que recogiera a su hija porque "no se encontraban bien" se quedó "blanco" al ver el estado que presentaba. Tras pasar un reconocimiento médico, el padre denunció los hechos en Comisaría.

Los padres aseguran que no quieren ninguna indemnización ni que se tomen medidas contra nadie en concreto del personal que trabaja en este centro, la escuela infantil La Alborada, perteneciente a la Generalitat Valenciana. Lo que quieren es que esto no vuelva a ocurrir a su hija ni a ningún otro niño y que los responsables cumplan debidamente en su trabajo.

Parte a la inspección

Desde la dirección de la escuela infantil tan sólo se manifestó ayer a este medio que "estamos enterados del caso y se ha dado parte a la inspección educativa". El centro se reserva la posibilidad de dar su versión de los hechos más adelante, según indicó.

Al parecer, este centro cuenta con unos 90 niños en sus instalaciones y, a partir de ahora, cabría la posibilidad de que no todos salieran al unísono a la hora del patio, sino que lo hicieran de treinta en treinta para tener una mejor vigilancia sobre ellos.

Mientras tanto, los padres han solicitado el traslado de centro de la pequeña, pero finalmente no ha sido autorizado, por lo que su hija tendrá que continuar en la misma escuela infantil ya que la familia afirma que no puede pagarse una guardería privada. La niña, tras las agresiones sufridas el pasado jueves, no ha vuelto a acudir a clase, algo que los padres esperan que se produzca la semana próxima.

Educación investiga lo sucedido y "garantiza" que no se repetirá

Desde Valencia, fuentes de la Conselleria de Educación indicaron ayer que se va a llevar a cabo una investigación sobre lo sucedido, y que se va a "garantizar" a la familia que el centro tomará "las medidas necesarias para evitar situaciones similares con su hija y con el resto de alumnos, con independencia de las responsabilidades que pudieran derivarse de lo acontecido". La conselleria informó que un inspector ya ha llevado a cabo un primer informe.

Además, la madre de la niña fue recibida ayer en la Dirección Territorial de Educación en Alicante donde pudo exponer directamente su malestar e incluso enseñar las fotografías que se tomaron el día que la pequeña sufrió los numerosos hematomas.