Preocupación entre unos, alguna que otra broma, aunque entre los menos, y malestar entre los más fueron los efectos más inmediatos que se podían percibir ayer entre los empleados municipales, después de que el miércoles el concejal de Hacienda, Manuel Latour, asegurara que la falta de liquidez del Ayuntamiento no sólo hacía prácticamente inevitable prorrogar los presupuestos de 2011, sino que, además, dejaba en el aire las nóminas de diciembre y la extra de Navidad de los 1.700 trabajadores de la que es una de las "empresas" de referencia de la ciudad. Mientras tanto, desde los sindicatos con representación en la junta de personal quitaban "hierro" al asunto, veían en las palabras de Latour una intencionalidad política más que una hipótesis con visos de convertirse en realidad e incluso afirmaban que este anuncio no era más que un modo de "controlar" las reivindicaciones de los trabajadores.

Desde la sección sindical del Sindicato Independiente en el Ayuntamiento se mostraban contundentes: "Latour es un hombre capacitado e inteligente, pero cuando dice que las nóminas están en peligro no tiene otra finalidad que la de lanzarnos el mensaje de que seamos ponderados en las reivindicaciones, ya que en estos momentos hay muchos temas encima de la mesa", sentenciaron. También reconocieron que "somos conscientes de la situación del Ayuntamiento y de que no hay un euro, por lo que el riesgo existe, pero no creemos que dejen de pagar, ya que eso significaría la bancarrota total del Ayuntamiento".

Por su parte, los representantes del CSI-CSIF incidían en que "el Ayuntamiento tiene unos compromisos con su plantilla que debe que cumplir y la función del equipo de gobierno es ver con qué recursos puede contar". Desde CSI-CSIF no tenían ninguna duda de que "la nómina de diciembre se pagará, ya que todavía estamos en septiembre" o, de lo contrario, según alertaron, organizaremos las movilizaciones que sean necesarias". También coincidían con el Sindicato Independiente en que "tenemos varios compromisos económicos pendientes de cumplimiento y estas declaraciones son una forma de frenar las reivindicaciones de los trabajadores, sobre todo desde el punto de vista moral".

En Comisiones Obreras todavía se mostraban más duros: "Ese tipo de declaraciones son una barbaridad. Antes del verano estuvieron hablando con nosotros y la situación no la pintaron tan negra. Por eso, si es algo serio, los trabajadores se merecen un respeto y que los primeros en saberlo sean ellos", subrayaron. A juicio de Comisiones Obreras, "la sensación que tenemos es la de que Latour sólo ha buscado un titular fácil para aparecer en la prensa, ya que se esto es algo que se venía oyendo por los pasillos desde septiembre del año pasado y nunca ha pasado, e incluso el propio interventor nos dijo en junio que las cosas no iban a llegar tan lejos".

UGT hacía una lectura de las afirmaciones de Latour en "clave política". Así, apuntaban que "esto no deja de ser una lucha política, aunque sí es cierto que ha puesto muy nerviosos a los trabajadores, que han estado llamando para ver si sabíamos algo, pese a que no tenemos más referencias que las aparecidas en prensa". Los representantes sindicales de UGT entendían que "es algo que no creemos que llegue a ocurrir y, en caso de que se dé, ya veremos las medidas que tomamos, ya sean judiciales o a través de movilizaciones", y añadieron que "la plantilla municipal ya está haciendo grandes esfuerzos y, de hecho, no se cubre prácticamente ninguna baja e incluso se suelen hacer horas de más para contribuir a esta delicada situación en la que estamos".

El Sindicato de Empleados Públicos (SEP) también ponía en "cuarentena" las palabras de Latour: "De aquí a diciembre todavía queda tiempo. Otra cosa es que no se pagaran las nóminas en septiembre, porque entonces sí saltarían las alarmas, pero en tres meses se puede conseguir liquidez, sobre todo porque están en plena recaudación de impuestos", precisaron. Asimismo, admitieron que "éstas son cosas que se oyen desde hace meses, y siempre se puede ahorrar de alguna partida para que ese tipo de situaciones no se den".

Los representantes del Sindicato de Policías Locales y Bomberos de la Comunidad Valenciana (SPPLB-CV) atribuyeron las declaraciones de Latour al "afán de protagonismo de la nueva Corporación Local y, en especial, del concejal", y afirmaron que "no entendemos cómo es posible que no tengan dinero para cubrir las nóminas y, sin embargo, desde agosto hayan contratado a seis policías locales de fuera de la ciudad en régimen de comisión de servicios y con un ocultismo fuera de lo habitual, algo que cuesta a las "paupérrimas" arcas municipales alrededor de 200.000 euros al año". Además, recordaron que los agentes "llevan denunciando públicamente el deterioro de las instalaciones y de los vehículos oficiales, y el retraso en el pago de complementos, pero la Corporación se niega a facilitar datos sobre los procedimientos de comisión que ha asignado a esos policías", y explicaron que el sindicato ya ha presentado contra el Ayuntamiento una demanda en el juzgado de lo Contencioso-Administrativo por no facilitar datos sobre la plantilla municipal.

El PP y el PSOE se enzarzan en otra disputa

Latour declaró ayer que, "después de todo lo que está cayendo y del agujero galáctico que nos ha dejado el equipo de gobierno socialista, no entendemos cómo es posible que el anterior concejal de Hacienda, Emilio Martínez, diga que su sucesor y la alcaldesa son incapaces de redactar un presupuesto". Así, afirmó que, "ya que estamos en esta situación por ellos, le abro las puertas de mi despacho para que nos dé todas las soluciones que pueda aportar o, si no quiere pasar por la Concejalía, que lo haga en el próximo Pleno". Por su parte, el concejal socialista Héctor Díez explicó que "una organización seria como el Ayuntamiento debe saber qué ocurrirá en todo momento con el sueldo de sus empleados", y calificó de "escándalo" que el PP "sea incapaz de elaborar un presupuesto".