Una familia de Elche ha interpuesto una reclamación en el Hospital del Vinalopó después de que una mujer de ochenta años falleciera. Según los familiares de esta persona, la mujer permaneció diez días ingresada sin conocer que tenía una enfermedad en el intestino que, según ellos, le produjo la muerte.

Una de las hijas de la fallecida aseguró que la mujer entró en el centro sanitario ilicitano el pasado día 11 de junio para someterse a una intervención quirúrgica por una cadera fracturada. No obstante, la familia Belda Gomariz apunta que la operación tuvo que ser aplazada debido a que la paciente se encontraba "anticoagulada con sintrón, por lo que mientras tanto permaneció ingresada. Mi madre fue operada el 17 de junio y a partir de ese día empezó a quejarse de un continuo dolor abdominal y no supimos lo que tenía hasta dos horas y media antes de su muerte", explica Isabel Belda.

Según su hija, la mujer murió a las cuatro de la madrugada del pasado 20 de junio al padecer un íleo paralítico y, según su familia, supieron por parte del médico que a su madre se le había dormido el intestino a la una y media de la madrugada.

De esta manera, los familiares de la fallecida admiten que después de la intervención de cadera "el médico no tomó ninguna medida al respecto, a pesar de que nuestra madre se quejaba contínuamente y, además, durante ese tiempo no le dieron ninguna dieta específica para su enfermedad de los riñones y encima le dijeron que bebiera mucha agua, otro error más porque nuestra madre tenía restringidos los líquidos", afirma Belda.

Después el fallecimiento de la señora de ochenta años, sus hijos apuntan que "algunos profesionales les han admitido que ante la inmovilización de una persona mayor durante tantos días con problemas para defecar, los médicos deberían haber hecho una palpación abdominal o una ecografía para descartar la paralización del intestino".

La familia Belda Gomariz ha manifestado, además, su disconformidad y descontento con el cuidado y atención recibida en el Hospital del Vinalopó ante la falta de medidas de asepsia que requería una extracción sanguínea de la fístula de diálisis que le practicaron a la fallecida. "Dejaron el catéter de diálisis al descubierto y desde que estuvo ingresada a la espera de ser intervenida el médico la visitó tan sólo en dos ocasiones", dice Isabel Belda.

Ante ello, la familia ha mostrado su indignación y han denunciado que "se han cometido varios errores en el cuidado y la atención médica que se podrían haber evitado sin haber dado lugar al fatídico desenlace".

Respuesta médica

Por su parte, la dirección del Hospital del Vinalopó ha hecho público un comunicado en el que se asegura que, tras revisar la historia clínica de la paciente, consideran adecuada la actuación médica de los profesionales que atendieron a la mujer. Según explican desde el centro sanitario, se prestó asistencia a la paciente en todo momento "siguiendo los protocolos que garantizan la seguridad clínica del paciente antes, durante y después de una intervención", explican en el comunicado.

Además, los responsables del Hospital del Vinalopó afirman que "en el historial quedan reflejadas las diferentes pruebas que le fueron practicadas durante el periodo de ingreso". No obstante, la dirección del centro dice que ofrecerá a los familiares toda la información que requieran, con total colaboración.

Además, desde Vinalopó Salud se resalta que "puesto que cada vez son más frecuentes en el mundo sanitario los juicios de valor en contra de la ética del profesional sanitario, consideramos oportuno destacar la labor que realizan tanto facultativos como el personal de Enfermería, en quienes confiamos para prestar una asistencia sanitaria de calidad", concluye el escrito de Vinalopó Salud.