La comunicación a través de la red también ha irrumpido en los hospitales y los profesionales de la medicina se muestran concienciados de utilizar Internet "como complemento a las consultas y para dar consejo a los pacientes", señala la doctora Mari Ángeles Medina. Ayer, más de cien personas se dieron cita en el Hospital del Vinalopó para asistir a la primera jornada de Salud 2.0, que fue seguida por distintos profesionales, a través de la herramienta web Twitter.

¿Cuál es el objetivo de impartir una jornada de salud 2.0 en el hospital?

Este primer encuentro está enfocado a dar a conocer a los profesionales y pacientes las nuevas tecnologías aplicadas a la salud con el objetivo de aprovechar los beneficios de Internet en las relaciones entre pacientes y sanitarios, entre sanitarios y pacientes y entre pacientes y pacientes. Hay iniciativas de este tipo muy consolidadas a nivel nacional e internacional, nosotros estamos todavía en una fase preliminar, aunque en nuestro entorno hay proyectos que están bastante consolidados.

¿Qué aplicación práctica tiene este tipo de comunicación en el ámbito de la sanidad?

Nosotros pretendemos que los pacientes sean empoderados, que manejen Internet y que sean autónomos y, eso se consigue mediante la información que ahora mismo está en Internet. Los profesionales y los pacientes tienen que estar ahí si no quieren quedarse en una brecha digital. Las nuevas tecnologías aplicadas a la salud son una auténtica revolución. Son muchos los beneficios que puede tener el paciente al recibir información en unos portales de salud con información contrastada, validada y con la oportunidad de que el propio profesional se pueda poner en contacto con el paciente. En el hospital de Torrevieja este sistema también se va a poner en marcha.

Con estas herramientas, ¿el paciente podría ser atendido o podría recibir los consejos de un profesional vía Internet?

Internet no sustituye la relación médico paciente. La relación que el paciente puede tener por la red es para recibir consejos de salud, no para tratamientos. Las nuevas tecnologías sirven para complementar una consulta. De hecho, a muchos pacientes que vienen al hospital se les pone en la receta muchas veces que consulten un enlace. Por ejemplo, si tienen problemas de espalda les aconsejo una página web de la escuela de espalda. Todos esos recursos están en la red y le da un valor añadido al paciente. Con ello las personas llegan a la consulta con una terminología de su patología más a la altura y con muchos conocimientos.

Sin embargo, no todas las fuentes que hay en Internet son válidas...

Por supuesto, no toda la información que hay en la red es buena. Por eso, es mejor que sea el propio médico quien recomiende qué información mirar porque ya estará validada profesionalmente. Por otro lado, Internet también regula el flujo de información, hay foros de pacientes donde no media ningún profesional y los propios usuarios hacen de cuidadores. La comunidad virtual que se genera en torno a la salud regula las cosas que están distorsionadas, como ocurre en el portal www.patientslikeme.com. Son infinitas las posiblididades que nos da la globalización de la información.

¿En qué fase se encuentra la implantación del concepto de salud 2.0 en el hospital?

De momento las iniciativas que se toman por parte de los profesionales son individuales, nos consta que Enfermería está tirando del carro de la salud 2.0 muy fuerte. Pero a nivel de departamento tenemos un proyecto en desarrollo para el que contamos con un grupo de trabajo de nuevas tecnologías que lo pondremos en marcha a nivel de hospital y de Atención Primaria.

El paciente tiene un papel también importante en este sentido, ¿debería estar más concienciado para usar este nuevo sistema?

El paciente ya está concienciado. Tenemos una generación de pacientes que cada vez vienen más a las consultas de primaria con la cita por Internet y eso conlleva a que visitan páginas webs de salud, que se informan sobre los problemas de salud de la familia, normalmente tienen facebook... y todos esos recursos se pueden emplear para dar consejos de salud y hacer un modelo de medicina menos paternalista.