El aprendizaje nunca está de más. Incluso a la hora de realizar las tareas del hogar. Todo requiere su maña y, en mayor medida, si uno proviene de un país lejano y quiere comprobar si en el lugar de acogida los quehaceres domésticos se adaptan a la manera en la que se realizaban en el lugar de procedencia.

Además de esto, el taller de tareas domésticas de Cáritas Interparroquial, que gracias a la colaboración de "Mujeres Cristianas" se ha impartido en varias ediciones en Elche, se ha convertido en mucho más que unas clases para aprender habilidades del hogar y supone un punto de encuentro y un punto multicultural donde se comparten experiencias, vivencias y hasta ilusiones -como la de encontrar un trabajo-. Además, con este carácter multicultural del grupo, se fomenta la integración al posibilitar la convivencia y la charla cotidiana y distendida entre participantes de diversas procedencias.

En la mayoría de las ocasiones se trata de usuarias básicamente, pues acuden principalmente mujeres, aunque sí han contado con la experiencia de impartirlo también con algún hombre. En el caso de las mujeres, suelen ser extranjeras que participan en él como una preparación más a la hora de poder optar a un trabajo como empleada de hogar y y lo toman como una manera de conocer mejor las costumbres del país. Y ello incluye la cultura gastronómica, uno de los aspectos que más resaltaron algunas de las usuarias, que valoran mucho las clases de cocina.

Como ejemplo de esta multiculturalidad, unas de las últimas en pasar por ese taller fueron Khadija -de Marruecos-, Ionica, -Rumania- y la senegalés Magatte. Todas ellas han aprendido ya a cocinar desde una paella a una tortilla de patatas, ya que, como reconocen en sus respectivos países se cocina distinto.

Pero las mujeres extranjeras no son las únicas participantes, también hay españolas. Es el caso de María Ángeles. La cocina y las tareas del hogar no tienen secretos para ella pero "siempre se aprende algo. Incluso a la hora de coser un botón te puedes dar cuenta de que hasta ahora lo estabas haciendo mal" señala esta antigua trabajadora del sector del calzado que intenta buscar una oportunidad en el trabajo doméstico.

El taller incluye clases de cocina, de costura y de limpieza, además de un seminario de amistad y vida en el que se comparten experiencias. De hecho, además de la utilidad del taller, las mujeres valoran el salir de casa y poder compartir sus experiencias y sus dificultades e incluso, en el caso de las extranjeras practicar su español.

La coordinadora del programa de Empleo de Cáritas, Eva Pons, destaca la aceptación del taller entre los participantes, que salen satisfechos por las clases prácticas y por lo que suponen a la hora de acercarse a otras culturas.