?Joan-Carles Martí i Casanova habla ocho lenguas, es licenciado en Traducción e Interpretación y técnico superior en Turismo. Además ha colaborado en varias publicaciones como articulista. "Des del rovellet de l'ou d'Elx" es su tercer libro.

??

El rovellet de l'ou es la manera en la que los más mayores de la ciudad hacen referencia al centro histórico de Elche. Lo amarillo del huevo, el meollo, el lugar que concentra y mantiene la esencia y cultura ilicitana. Joan-Carles Martí i Casanova, el autor del libro, utiliza esa esencia castiza y tradicional como centro de gravedad sobre el que hace orbitar esta colección de 23 ensayos, que se divide en dos partes, y que recoge la relación de Elche con la cultura valenciana y con el valenciano, ensalzando el papel que la ciudad ha jugado y juega como territorio fronterizo de la comunidad. A través de vivencias personales, personajes ilustres a veces olvidados, tradiciones e historia de la ciudad, el autor dibuja un fresco, extenso y exhaustivo, sobre la raigambre e influencia del valenciano en Elche.

¿Qué nos encontramos en "Des del Rovellet de l'Ou d'Elx"?

Se trata de una recopilación de 23 escritos, a modo de ensayos, que reflejan el papel que juega Elche como la gran ciudad al sur de la comunidad, como frontera lingüística, y su relación con el valenciano y la cultura valenciana.

En su libro hace referencia a Elche como una ciudad "de una vitalidad lingüística escondida, insospechada y menospreciada", ¿a qué se refiere?

Contra lo que se tiende a pensar, en Elche se habla mucho en valenciano. Lo dicen las encuestas, en esta ciudad el 40% de las personas lo hablan. Yo hablo en valenciano y en valenciano me contestan. Sin embargo la idea que se ha impuesto es que el valenciano no está asentado. Es la impresión que se tiene.

Entonces, ¿cree que la cultura valenciana y el valenciano están arraigados entre los ilicitanos?

No lo dudo. Lo veo a diario, cuando voy a comprar, cuando trabajo, cuando voy por la calle. Yo vivo en valenciano y la gente responde. Creo que esta ciudad es un claro referente de la cultura valenciana. Sobre todo desde unos años a esta parte. Tiempo en el que se ha producido una nueva ola que ha reivindicado el idioma a través de distantas manifestaciones culturales.

¿Cómo valora el apoyo institucional que tiene esta lengua en la Comunidad?

Estoy muy disgustado en ese sentido. El uso social que los políticos, de toda ideología, hacen del idioma es nefasto. No se le tiene en cuenta y no se le apoya. No hay autoestima por el valenciano, se menosprecia. Para que un idioma se mantenga se tiene que hablar, empezando por las Cortes.

¿Qué opina del nuevo modelo de enseñanza trilingüe que ha implantado la Generalitat?

Creo que es un modelo en el que irremediablemente el valenciano quedará mal parado. No se puede poner a competir en igualdad de condiciones a una lengua minoritaria o local con dos gigantes como el castellano y el inglés. El sistema debe reforzar el idioma en estas etapas iniciales de la formación del individuo.