Malos olores que incluso en ocasiones llegan a las viviendas situadas a más de cinco kilómetros; bolsas de plástico y otros residuos que invaden la sierra de Els Cremats y las urbanizaciones cercanas; o la proliferación de plagas de ratas e insectos son sólo algunos de los problemas que lastran el día a día de unos 4.000 vecinos de pedanías como Altabix, Ferriol, Vallongas, Saladas, Jubalcoy o Santa Ana, como apunta el portavoz de la Asociación de Vecinos Afectados por la Planta de Basuras, Virgilio López. ¿La causa? El colectivo no tiene ninguna duda: la planta de residuos sólidos urbanos del Baix Vinalopó, gestionada por Urbaser.

Su particular batalla arrancó hace más de una década. Sin embargo, todavía no se han dado por vencidos y, por eso, van a solicitar ahora una reunión con la alcaldesa electa, Mercedes Alonso, para pedir la creación de una comisión de investigación y control, en la que tengan participación los vecinos, con el fin de conocer el proceso que lleva a cabo en las instalaciones. En este sentido, el portavoz explica que "sólo pedimos algo que se nos prometió hace unos diez años, cuando Diego Maciá era alcalde, y que es necesario porque hay mucho secretismo, no dejan entrar nunca a nadie y eso nos lleva a pensar que no se están haciendo las cosas bien", y añade que, "si ha habido un cambio de Gobierno, pensamos que puede haber un cambio de actitud, ya que somos muchos los afectados".

Virgilio López concreta que "las instalaciones se han convertido en un vertedero mal gestionado y acolmatado en el que, además, se están trayendo residuos orgánicos, lo que está dando lugar a los incendios que se suceden con tanta frecuencia y que generan dioxinas que son cancerígenas". Como apunta, "esto ha hecho que los días que hace viento nos echemos a temblar, ya que son los días más propicios para que se generen incendios".

Por otro lado, el portavoz de los afectados denuncia que "los residuos no están bien compactados, por lo que, en caso de lluvias torrenciales, las consecuencias pueden ser catastróficas, y eso por no hablar de los olores, que son más fuertes cuando hacer calor, y que incluso llegan a Elche".

A largo plazo, como confiesa el portavoz, el objetivo continúa siendo el cierre de la planta. "Tenemos una sentencia del Tribunal Superior de Justicia y otra del Supremo que nos da la razón, porque no puede haber una planta de basuras a menos de 2.000 metros de las viviendas, y aquí está a menos de 700 metros, pero todavía no se han ejecutado las sentencias. Por eso, vamos a continuar con la lucha", concluye.