En España hay tres millones de ciudadanos con problemas auditivos. Aunque a priori parezca que las enfermadades del oído sólo afectan a las personas mayores, factores como la contaminación acústica, el uso de cascos en los dispositivos musicales o las afecciones congénitas, han hecho que esta dolencia no entienda de edad.

¿Cuáles son las circunstancias más comunes que están directamente relacionadas con la pérdida de audición?

Depende si nos referimos a la parte interna, media o externa del oído. Pero los factores más determinantes suelen ser las taras congénitas, defectos que el paciente hereda; la contaminación acústica de automóviles, discotecas, cines, o aparatos musicales; y la presbiacusia, es decir, la pérdida progresiva para escuchar que suele afectar a personas de edad avanzada.

¿Existe alguna manera de evitar, mitigar o retrasar el efecto de estos problemas?

En el caso de la contaminación acústica la solución pasa por no exponerse a esos niveles tan altos de ruido y, si no se puede evitar, hacer uso de protectores auditivos como son los tapones. Cuando el problema es genético lo normal es que no se pueda eliminar pero sí se puede detectar y retrasar su aparición, o minimizar su efecto. Y en el caso de la presbiacusia hay escaso margen de maniobra. Además en muchas ocasiones estos problemas se agudizan por el uso prolongado de medicamentos ototóxicos, que son de consumo común entre los ancianos.

Entonces, ¿podemos decir que las pérdidas de audición son irreversibles?

Sí. Cuando las células ciliadas se ven afectadas la situación no se puede revertir. Pero se le puede hacer frente mediante audífonos o implantes que se adapten a las necesidades de la persona afecada.

¿En qué medida afecta escuchar música a gran potencia a través de los cascos?

Pueden adelantar, y en algunos casos ser la causa directa, de la pérdida de audición. De aquí a diez años veremos como personas de mediana edad entre los 30 y 40 años sufrirán problemas auditivos, algunos de ellos graves, por el uso abusivo de los cascos.

¿A partir de qué nivel se considera al sonido perjudicial para la salud?

Cien decibelios. Una exposición prolongada y constante en el tiempo a ese nivel o más facilita la aparición de fatiga auditiva.

¿Cree que en locales como cines, bares o distecas se superan los cien decibelios?

Sí, la mayoría de ocasiones se supera con creces esos niveles. En las discotecas se llega a los 150 decibelios o más. Apenas se puede hablar. Y en el cine el famosos sistema "dolby", que hace que el sonido envuelva literalmente toda la sala, está a demasiado volumen.

¿Con qué frecuencia es recomendable revisarse el oído?

Cada año, independientemente de la edad y aunque no exista pérdida de audición u otras molestias. Si ya ha sido diagnosticada la afección dependerá de lo que diga el médico pero no deben de transcurrir más de seis meses.