Mercedes Alonso hizo anoche historia en Elche por partida doble. Su partido, el PP, gobernará por primera vez el Ayuntamiento ilicitano, tras una supremacía del PSOE ininterrumpida durante 32 años, gracias a la mayoría absoluta de 14 concejales que le han dado los votantes ilicitanos. Además, Alonso se convierte en la primera alcaldesa, con lo que esto puede representar desde el punto de vista social en la ciudad. La popular ha demostrado que la resistencia en política es una virtud que le ha acabado encaramando a la Alcaldía ilicitana sin necesidad de acudir a pactos y tras una campaña, en la confrontación más reñida de la historia democrática local, en la que ha abogado por «un cambio tranquilo».

Anoche, en la sede del PP, en la calle Marqués de Asprillas, hubo fiesta, la que tradicionalmente se venía celebrando cada noche electoral en la calle General Cosidó, en la sede del PSOE. Pero se trató de una fiesta sin grandes sobresaltos, serena y tranquila, aunque los seguidores alonsistas –es lo que tiene alcanzar el poder, que se personaliza– aseguraban vivir un sueño. Hasta las 22.30 horas no se oyeron los primeros vítores de «¡alcaldesa, alcaldesa!», pese a que desde el 25% escrutado ya se apuntaba un 14 (PP), 12 (PSOE), 1 (Partido de Elche), que se mantendría a lo largo de toda la noche. «No ha habido emoción. Desde el principio ha estado claro», resumía un veterano militante popular sobre la apatía que hasta ese momento se vivía en la calle, donde algunos coreaban los nombres de las alcaldesas del PP en las tres principales ciudades de la Comunidad. «¡Rita!, ¡Sonia!, ¡Mercedes!».

Afónica, la alcaldesa electa no desaprovechó su primera intervención para empezar a mandar mensajes de tranquilidad a la ciudadanía, en una sede que parecía una sauna por la aglomeración de militantes y simpatizantes que intercambiaban felicitaciones, abrazos, besos y hasta lágrimas de alegría. Los hombres lloraron anoche en la sede del PP. También lo hizo la hermana de la alcaldesa electa quien liberó tensión de esta manera, mientras dos de los tres hijos de Alonso felicitaban a su madre con un intenso abrazo bajo la atenta mirada de su padre. «Elche ha votado a la persona», se ironizaba en el PP en referencia al lema de campaña del candidato del PSOE, Alejandro Soler.

El discurso de la alcaldesa electa fue seguido por los socialistas a través de una pantalla gigante instalada en la carpa que se había montado en el exterior de la sede del PSOE, porque, afirman, Soler estaba convencido de tener posibilidades reales de mantenerse como alcalde de Elche a través de pactos. Esto puede explicar la tristeza que su persona emanaba cuando finalmente decidió abandonar su cuartel de operaciones y afrontar en la calle, con militantes y seguidores, la derrota que le ha deparado el destino, pasar a ser el alcalde del PSOE que perdió la Alcaldía ilicitana.

«Se ha demostrado que no todo puede ser marketing», señaló un reconocido socialista. En la sede del PSOE una imagen quedó nítida anoche: Soler recluido en el interior del edificio, mientras en el exterior se encontraban nombres de peso del socialismo ilicitano como el exalcalde Diego Maciá, el diputado autonómico, Antonio Torres; la presidenta del partido, María Teresa Sempere; el diputado nacional, Carlos González; y varios exconcejales de anteriores corporaciones, todas ellas con gobiernos del PSOE de mayorías absolutas. «No ha querido escuchar», «Ha cometido demasiados errores», «No ha podido presentar una gestión de estos cuatro años», «No ha querido contar con nadie a la hora de hacer la lista. Se le advirtió sobre algunos nombres, pero no quiso». Tantas frases negativas sólo hacen presagiar que la noche de ayer puede que no sea la peor que le toque vivir a Alejandro Soler en el PSOE.

Finalmente, Jesús Pareja, candidato del Partido de Elche, entra en el Ayuntamiento de Elche, pero no será decisivo, algo que se temía, tanto en el PSOE como en el PP. Socialistas y populares consultados señalaban al inicio de la noche el deseo de que las elecciones en Elche se resolvieran con una mayoría absoluta para no tener que sacar la Alcaldía al mejor postor. Así lo decidieron los electores, que también optaron por la desaparición de Compromís, una fuerza política que crece o se mantiene en el resto de municipios de la comarca del Baix Vinalopó donde han hecho oposición, incluso en la Comunidad, a excepción de Elche, donde, curiosamente, Ángeles Candela ha participado plenamente del gobierno de Alejandro Soler.