Algo vibra en El Altet. Y cada vez más fuerte. Así lo están demostrando un grupo de vecinos y amantes de la música que conforman desde hace escasas semanas no sólo una escuela de música, sino también una pequeña banda.

El deseo de canalizar esa ilusión musical y la coincidencia en hacer realidad esta iniciativa para dar, además, nuevos pasos en la convivencia entre distintas generaciones se ha materializado en lo que se ha bautizado como Sociedad Musical El Altet.

De momento, el movimiento está reuniendo en torno a la escuela de música a más de 60 personas, desde 3 años hasta incluso jubilados. Aquí se dan clases de iniciación al lenguaje musical y canto, pero también se enseña a tocar instrumentos como guitarra, piano, saxofón, trompeta, trombón y próximamente percusión, y en septiembre, si es posible, hasta algo de cuerda.

De esta escuela de música, que cuenta con cinco docentes, se nutre principalmente la pequeña banda de El Altet, que actualmente está conformada por 22 miembros.

Esta pequeña agrupación musical también es un ejemplo de cruce de generaciones, ya que hay integrantes de 8 años pero también de hasta casi 70 años.

En cualquier caso ambas coinciden prácticamente en sus horarios. Reciben clase o ensayan los viernes a partir de las 19.30 horas y los sábados desde las 11.30.

Precisamente ayer, la Sociedad Musical El Altet se presentó oficialmente en su sede facilitada por el Ayuntamiento, uno de los dos edificios de la escuela infantil que fue clausurada hace unos años. La edificación cuenta con la certificación municipal de los técnicos de que es totalmente segura. Es la otra construcción, vacía, la que podía generar algún riesgo.

Fue por tanto ayer sábado la puesta de largo de esta entidad, que ofreció un ensayo, animó a todo aquel interesado a sumarse y se dio a conocer todavía más, aunque en El Altet ha corrido rápido la voz de este impulso musical.

Francisco Casanova es el presidente de la junta directiva, conformada por diez miembros, mientras que Fernando Albero es el director tanto de la banda como de la escuela. "Somos una gran familia", señala el director, quien anima a los vecinos a sumarse a este proyecto aunque no tenga idea de música.

Asegura de hecho que "la experiencia es genial, pero además se divierten mucho con la música, hay mucha comunicación y la gente se siente muy orgullosa".

Para entrar en la sociedad sólo hay que pagar 20 euros al año. Por esa cuota se imparte docencia musical y los que quieran, además, tocar un instrumento y no tengan con quién hacerlo, aquí lo pueden hacer en un ambiente de ilusión y creatividad, tanta que han sido los propios implicados los que con 2.400 hueveras han forrado su local de ensayos por cuestiones acústicas.

Y el proyecto vecinal no acaba aquí: tienen claro que para este próximo mes de julio quieren poner en marcha una escuela de verano musical, pero también cultural. El Ayuntamiento en principio podría incluso ayudarles y ofrecerles algunas carpas para colocar en el actual colegio. Así las cosas, la idea es que de 9 a 13.30 horas se ponga en marcha esta escuela de verano musical, pero también, por las tardes, que niños y padres compartan talleres así como diversas actividades.

Mientras esperan que esta idea cale, de momento sus organizadores están volcados con potenciar, aún más, tanto la escuela de música como la pequeña banda.

"En cuestión de muy poquitos días se ha subido al carro mucha gente", explica el director, quien agrega que se han colocado carteles informativos en algunas tiendas.

Toda esta iniciativa se ha venido meditando e ideando durante el último año aproximadamente, pero fue a partir del pasado 1 de abril cuando todo se puso en marcha.

"Hay mucha ilusión y mucha colaboración entre todas las edades", señala una ilicitana cuyo marido e hijo están apuntados también a este esfuerzo por generar cultura en la pedanía, pero también por mejorar la convivencia entre todos con proyectos comunes.

La fiesta de ayer, a la que estaban invitadas distintas asociaciones, partidos políticos y medios de comunicación, tan sólo buscaba hacer más grande este hilo musical con el que unir, aún más, a la gente y que ya está sonando incluso fuera de El Altet.