Carlos Morales nació en Albacete hace 39 años pero es ilicitano de adopción y corazón. Este comercial de Opel tenía una historia en la cabeza que le obsesionaba. Aprovechó una baja por enfermedad en el trabajo para librarse de ella.

"La decisión" (se presenta mañana, a las 20.15 en la librería Ali i Truc) es una novela corta donde sueños conforman el hilo conductor de la trama. Plantea el poder que éstos tienen sobre la vida cotidiana y las consecuencias impredecibles que conlleva el dejarse arrastrar por ellos.

¿De qué trata su novela?

Es la historia de un hombre cuyos sueños están todos relacionados entre si. Duda de si en todo eso hay algo real, es un aviso, tiene que ver con la reencarnación o es pura casualidad. Como apunto en la sinopsis, el protagonista se enfrenta a una situación que todo el mundo desearía vivir pero nadie tendría fuerza de afrontar.

Entonces, ¿los sueños juegan en su novela un papel crucial?

Totalmente. Son lo más importante y a través de ellos el protagonista entra en contacto con un personaje de la II Guerra Mundial, un oficial nazi. Un personaje que existió en la vida real.

O sea que hay parte de realidad en la novela...

Sí. Los dos oficiales nazis que salen en la parte onírica son reales, además de algunos de los acontecimientos de la guerra a los que se hace referencia. El resto es todo ficción.

¿Cómo compagina su labor profesional con su faceta literaria?

Esto es casualidad. Yo tuve durante años la historia en la cabeza. Me obsesionaba pensar como alguien se enfrentaría a lo que le ocurre a mi protagonista. Era algo que deseaba escribir y aproveché una baja por lesión en el trabajo para hacerlo.

Y ahora que se ha liberado de su obsesión, ¿no tiene razones para volver a escribir?

De momento no. Para hacer algo hay que estar realmente ilusionado, como ha ocurrido con este libro, sino las cosas no salen.