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El balance de la gestión municipal en el Ayuntamiento de Elche ha venido determinado, evidentemente, por la crisis, de ahí que para el equipo de gobierno de coalición del PSOE y Compromís los 142 proyectos realizados (no están iniciados los de la remodelación del paseo de la Estación y la regeneración de la ladera del río) con 66,4 millones de euros del Gobierno central y las 17 obras del Plan C de la Generalitat, presupuestadas con 46 millones, hayan sido la tabla de salvación en cuanto a inversiones.

No obstante, según el alcalde, Alejandro Soler, el Ayuntamiento sí ha hecho con sus propios recursos un esfuerzo paralelo para, entre otras acciones, poner en marcha la Policía de Barrio, organizar un servicio de transporte público en autobús a las principales pedanías o desarrollar un plan especial de empleo para subvencionar con 4.000 euros a las empresas que contrataran a parados por un periodo no inferior a 6 meses. Soler, eso sí, tuvo que reconocer al final que su polémico proyecto de construir un mirador (una noria de 70 metros de altura) para el Palmeral no podía afrontarse por falta de financiación. El proyecto estaba presupuestado en más de 10 millones.

El PP, por su parte, ha reiterado hasta la saciedad que estos cuatro años han sido los del "urbanismo paralizado" y el "caos financiero y el despilfarro" municipal. Su oposición, básicamente, se ha apoyado en estas dos grandes áreas de la gestión municipal.

Pero este mandato municipal ha estado marcado por dos incidentes: la querella del PP contra Soler por el llamado "caso de las facturas" por un presunto delito de prevaricación y malversación de caudales públicos al pagar con dinero del Ayuntamiento facturas de actos publicitarios de la campaña electoral del PSOE en 2007. Dicha querella se encuentra ahora de nuevo en los juzgados ilicitanos y pendiente de una nueva ronda de declaraciones tras admitir el Supremo el recurso del PP contra un fallo de la Audiencia que archivó el procedimiento.

El otro hecho destacable fue la moción de censura, al final frustrada tras diversas triquiñuelas políticas, con la que el PP y la exedil socialista Mari Ángeles Avilés, responsable de Hacienda, amenazaron en diciembre de 2008 con arrebatarle la Alcaldía a Soler. Avilés, enfrentada con el alcalde desde que éste destituyera a su marido del cargo de asesor en el Ayuntamiento, puso en brete al gobierno local al no acudir a la sesión del pleno de los presupuestos de ese año. Los presupuestos se aprobaron porque el edil popular Emigdio Tormo, afín a José Joaquín Ripoll, también se ausentó de la sesión. De no haber sido así, el PP ya preparaba la posterior moción de censura para, con el respaldo de Avilés (quien siempre negó haber participado en esta operación), arrebatar al PSOE la Alcaldía.

Avilés lo "pagó" en mayo de 2009 con su exclusión de la lista europea del PSOE, donde figuraba con el número 15 de la candidatura. La comisión federal de listas del partido decidió sustituirla para evitar "las repercusiones lesivas" de la tramitación de un proceso judicial, según se indicó en referencia al "caso de las facturas", ya que la edil socialista había firmado también algunas de las órdenes de pago siendo ella la titular del área de Hacienda del Ayuntamiento. Aunque en el fondo las razones reales hubiesen sido las de evitar el riesgo de la moción de censura.

OBRAS y proyectos

El PSOE destaca la "inversión histórica"

Para el PSOE, tal y como han venido reiterando desde su alcalde al resto de sus concejales y dirigentes del partido, Elche ha tenido en estos cuatro años una "inversión histórica" nunca antes conocida. Y eso a pesar de la crisis. El PSOE cifra dicha inversión 1.000 millones de euros.

Junto a los proyectos de los planes E y C, Elche se ha visto beneficiada con otras inversiones del Gobierno de España, como la ampliación del aeropuerto de El Altet, o los proyectos todavía en ejecución de la Ronda Sur o el Tren de Alta Velocidad con la prevista estación que conectará con las actuales de Elche Parque y Carrús.