La oferta de camas hospitalarias en la ciudad ha crecido de modo muy significativo en los últimos meses. De hecho, la comarca del Baix Vinalopó, con 350.000 habitantes, únicamente disponía hasta junio del pasado año de 480 camas en el Hospital General de Elche, un número a todas luces insuficiente y que provocaba una elevada presión asistencial, unas intermibables listas de espera y un índice de ocupación del centro sanitario prácticamente insostenible.

Sin embargo, la puesta en marcha del Hospital del Vinalopó hace prácticamente un año vino a aliviar de modo evidente una demanda que venía siendo suscrita desde hacía años por la sociedad ilicitana que había mostrado siempre su malestar por la existencia de camas en los pasillos de Urgencias, por las demoras que los ciudadanos tenían que soportar para ser atendidos en la consulta de un especialista o por los largos retrasos en ser sometidos a una intervención quirúrgica. A estas 480 camas (cifra a la que se llegó con el paso de los años poniendo parches por doquier para poder aumentar la capacidad hospitalaria del centro) se unieron las 196 del Hospital del Vinalopó, lo que inmediatamente se tradujo en una mejora de las condiciones sanitarias de la población ilicitana que automáticamente detectó las mejoras. De hecho, la población ilicitana quedó "dividida" en dos partes y cada uno de sus 150.000 habitantes fue adscrito a un centro, lo que mejoró sustancialmente el colapso.

A estas 676 camas se van a unir el próximo otoño otras 140 que podrá a disposición de los ciudadanos el nuevo hospital privado, Imed Elche, que va a abrir sus puertas tras el verano en el parque empresarial de Torrellano. En este caso, el futuro centro hospitalario estará a disposición de unos 600.000 habitantes de la zona sur de la provincia.

Servicios duplicados, pero aún quedan parcelas por cubrir

La ampliación de la oferta sanitaria en la ciudad ha supuesto un incremento de la cartera de servicios de la que se benefician los ilicitanos, aunque en la mayor parte de los casos las especialidades están duplicadas y siguen existiendo "lagunas" que obligan a los ciudadanos a tener que trasladarse a otros centros sanitarios para recibir asistencia médica. Por ejemplo, la población ilicitana se ve obligada aún en este momento a trasladarse a hospitales de Alicante o, incluso de Valencia, al carecer la ciudad de infraestructuras como unidad de quemados, ciudados intensivos infantiles, Cirugía pediátrica o Cirugía maxilo-facial, además de muchas especialidades de las que carecen los centros hospitalarios ilicitanos en los servicios de guardia durante los festivos.