Ha sido la noche de un duro día», dijo Ringo Star al término de un ensayo de los Beatles en 1964, y a partir de esa expresión John Lenon compuso una de las canciones más conocidas de la banda, «¡Qué noche la de aquel día!». Los cuatro de Liverpool no imaginaron que casi medio siglo después su letra podría definir a la perfección lo ocurrido durante la primera noche electoral en Elche. Un acto tradicionalmente anodino, el de pegar carteles, se convirtió en revelador y sorprendente, ya que hasta se habló de amor.

La madrugada de ayer cayó con toda su dureza sobre los militantes del PP cuando éstos compararon los carteles del candidato socialista, Alejandro Soler, con los de su alcaldable, Mercedes Alonso. Los publicistas y asesores del socialista demostraron ser mejores y dejaron con la mandíbula desencajada a los populares. Soler estará presente por toda la ciudad con un cartel innovador que idealiza su imagen como el yerno que toda madre querría tener, con una beatífica mirada, limpia y soñadora, y una sonrisa amable. Han ocultado tan hábilmente las siglas PSOE, en un momento en el que no venden, que éstas aparecen casi invisibles, blanco sobre gris, en un tamaño sólo apto para aquellos con vista de lince.

Expertos afirman que tanto la imagen del socialista como la de la popular estan retocadas, pero que en el caso de Mercedes Alonso resulta demasiado evidente. Una lástima, opinan, porque más natural, queda mejor, pero los estrategas del PP, en un cartel de tamaño estandar, la presentan como una mujer joven y guapa, quizás demasiado para el gusto de las votantes femeninas, una cualidad que, por otra parte, puede llevar a pensar a los votantes masculinos que no es más que una cara bonita. Mantener el lema «Centrados en ti» que usa Camps le resta más que le suma a la candidata popular. En definitiva, en una campaña en la que la imagen vale su peso en oro, lo que no se hubiera atrevido a soñar el candidato del PSOE.

Fue Alejandro Soler quien puso el foco de atención en el protagonista de la noche, el candidato del Partido de Elche, Jesús Pareja. Éste demostró que dinero no le falta para gastar en la campaña electoral al movilizar cinco furgonetas de gran tamaño, un autobús de mayor envergadura que el resto y todo un equipo perfectamente sincronizado y uniformado con chaquetas y polos en color verde, el de Elche y el de la esperanza de ser la llave del futuro gobierno local.

Por la deferencia que el alcaldable del PSOE dispensó a Pareja quedó patente que el socialista no descarta que el Partido de Elche pueda acabar teniendo presencia en la futura Corporación ilicitana. Alejandro Soler parece haberse tragado la ira que le provocó hace cuatro años Jesús Pareja cuando cuestionó que fuera licenciado en Derecho y cómo habría podido obtener el título. En la primera noche electoral, cuatro años después, ha resultado evidente que se han producido reuniones entre ambos para limar asperezas, ya que es patente que tienen «feeling» y que parecen estar en el inicio de lo que puede acabar en una historia de amor político si al alcaldable del PSOE le hiciera falta el apoyo del Partido de Elche en una investidura ante un empate a número de concejales con el PP. Pareja vendría a ser para Soler lo que en el actual mandato ha sido Ángeles Candela, de Compromís. ¿A qué precio?, ¿sin tener en cuenta las diferencias ideológicas? Nadie es perfecto cuando está en riesgo la Alcaldía ilicitana, debe pensar el actual alcalde ilicitano, quien admitió estar preparado «para lo que haga falta».

El contacto nocturno de Soler con Pareja, al que dedicó más atención, en tiempo y calidad, que al resto de candidatos, inmortalizando el momento, incluso, con un buen número de imágenes gráficas, despertó la alarma en el PP nada más tener conocimiento de ello. Dar por bueno lo que empezó a circular por la mañana de que el alcaldable socialista se habría despedido del Partido de Elche con un «Nos vemos en el Ayuntamiento», encendió el fuego. Fuentes populares aseguraron que no han mantenido contacto hasta ahora con Pareja, mientras consideran que Mercedes Alonso ha de ponerse manos a la obra de inmediato para estar a la misma altura que Soler. Sin embargo, desde el Partido de Elche afirman que también han mantenido contactos con el PP en diversas ocasiones y que han recibido llamadas del partido desde Valencia, Alicante y Elche. Saber quién miente siempre es complicado en política, mucho más en plena campaña electoral.

Lo que quedó constatado, a tenor de lo sucedido en la primera noche electoral, es que Jorge Alarte, el candidato del PSOE a la Generalitat, tiene pocos que le quieran en Elche. La pegada de su cartel electoral en la plaza de Madrid fue acompañado por miembros locales de su partido con un juego de palabras: «Por amor Al-arte» y comentarios, entre exagerados suspiros, de «Ay, el amor, qué bonito es». Es cierto, también lo dijeron los Beatles. En el fondo, todo lo que necesitamos es un poco de amor.