Acampados entre ordenadores

Ya están aquí. Son la tribu urbana más afín a la tecnología, la menos preocupada por su imagen, la que adora el manga y el anime, la ciencia-ficción, los juegos de rol, la magia. Jóvenes procedentes de Valencia, Murcia, Bilbao y toda la comarca (no confundir con la tierra de Bilbo Bolsón) llegaron anteayer al edificio Altabix de la UMH, pertrechados con ordenadores, víveres y camisetas de Iron Maiden, para pasar los siguientes tres días rodeados de tecnología, ordenadores, videojuegos y figuras de rol: el biotopo perfecto para los más frikis, como ellos mismo se autodefinen. En resumen: Ya está aquí la séptima edición de la Lan Party Elx. "Nos hemos trasladado a la universidad porque este año participan 150 personas, casi el doble que la edición pasada, cuando asistieron 80. Aunque calculamos que el público en general oscilará entre las 500 y 800 personas", explica Juan Francisco Sánchez, coordinador del evento y testigo directo de la evolución experimentada por el festival en sus siete años de vida. "Empezamos en nuestra sede, después nos trasladamos al centro social de Altabix, a continuación a la Llotja y, por último, aquí". Este progreso, como es lógico, ha sido estimulado por la participación ciudadana, que año a año se supera. Durante la mañana de ayer se repartieron las acreditaciones entre el público, se asignaron los puestos y se crearon los "clanes" (agrupaciones formadas para jugar on line). El vestíbulo del edifio se convirtió en un "asentamiento" de ordenadores cuyos dueños adornaron con diferentes muñecos de la guerra de las galaxias y figuras de rol. Por la tarde tuvo lugar un taller de programación Qt Quick I (programación para móviles); la competición de videojuegos y el torneo de Machine Dance. Este "concurso de baile" está organizado y coordinado por la agrupación Cheese&Tea. Dos de sus miembros son los hermanos Rafael y Francisco Gallego, aunque sus nombres de guerra respectivos son "Máximo" y "Ronaldo". "El Ronaldo que jugó en el Barça, el auténtico Ronaldo", puntualiza Francisco, con el ánimo algo tocado tras la final del miércoles. "Llevamos asistiendo a este festival desde la tercera edición y desde entonces la cosa ha cambiado bastante. Antes era casi una reunión familiar, ahora se ha profesionalizado y la organización ha mejorado mucho, aunque la filosofía y el espíritu del festival siguen intactos" aclara Rafael Gallego. Mientras, su hermano apunta que "este festival es para nosotros como un campamento, donde se conoce gente con tus mismos intereses". Durante hoy y mañana la Lan Party desplegará el resto de una oferta que incluye: un curso de robótica (organizado por la Escuela Politécnica Superior de Elche), la segunda parte del taller de programación Qt Quick; la fase final del torneo Machine Dance y el concurso Lan Party & Co, "una especie de trivial de temática friki", señalan desde la organización.