La Universidad de Miguel Hernández ya da por ganador al candidato oficilista Jesús Pastor a falta de algunos cientos de votos por escrutar. Así lo ha confirmado a este medio fuentes de ambas candidaturas.

El recuento de votos se llevó a cabo de manera ininterrumpida durante 17 horas. No obstante, pasadas las 12 de ayer, y debido al "cansancio acumulado" -en palabras exactas ayer de la UMH- de los únicos tres integrantes de la junta electoral que podían tocar las papeletas, obligaba a suspender el recuento de votos a rector y al claustro, pero con la intención de reanudarlo hoy jueves a las 10 horas, en la sala de prensa del edificio La Galia, en el campus de Elche. Y así se ha hecho.

El problema ha estado principalmente en que si se hubieran puesto las suficientes manos desde el principio para el recuento, sobre todo del voto anticipado, la historia se hubiera resuelto posiblemente en torno a la medianoche del martes al miércoles.

Durante estos dos días, una única persona, el presidente de la junta electoral, Guillermo de Scals, ha tenido que asumir la ingente tarea de abrir sobre por sobre y enseñar cada papeleta del voto anticipado al resto de la junta electoral -otras dos personas que toman nota del voto- así como a los presentes en la sala, puesto que se trata de una sesión pública.

Otras cuatro personas controlan el proceso, dos del gabinete jurídico y dos miembros del personal de administración y servicios de la UMH, pero no pueden tocar prácticamente ni un sobre y ni una papeleta. A esto se ha tenido que restar un cuarto miembro de la junta electoral que se puso de baja y un quinto, un representante del alumnado, que no apareció, según fuentes de la junta electoral.

Ni una mano más

Así las cosas, ni una mano más se ha podido sumar a esta tarea, precisamente por cumplir a rajatabla lo que establece la normativa interna, a juicio de la propia junta electoral.

El presidente de ésta, para evitar posibles reproches o suspicacias de ninguna de las dos candidaturas, ha preferido ser durante todo este proceso muy prudente y curarse en salud para evitar cualquier escándalo en unas elecciones de alta tensión. Si hubiera solicitado más manos para el recuento una vez iniciado todo el proceso y ya constituida la junta electoral, posiblemente se hubiera arriesgado a que alguien hubiera impugnado o pedido la invalidación de todo lo acontecido.

Por este motivo, la junta electoral ha optado por acatar en definitiva lo que establece la normativa, y en todo momento ha optado por el camino de la rigurosa escrupulosidad, muy a su pesar, no obstante, puesto que todas las personas implicadas en el recuento acabaron ayer al límite de sus fuerzas tras 17 horas de recuento. Guillermo de Scals reiteró ayer que nadie que no sea integrante de la junta electoral puede tocar los votos.

En cualquier caso, la situación se venía venir a las pocas horas de iniciarse el proceso de recuento. De hecho, sobre la 1.30 de la madrugada del miércoles se planteó desde la candidatura de Jesús Pastor, y con la mejor de las intenciones, suspender unas horas el proceso para recobrar fuerzas, poniendo todas las medidas de seguridad posibles.

Toda esta situación ha vuelto a generar una nueva polémica que va in crescendo en la Universidad, una administración que aspira a ser ejemplo de digitalización y agilidad en los trámites burocráticos.

De todos modos, el verdadero escollo ha estado en el elevado número de votos anticipados y en el farragoso proceso previo de la validación de los mismos antes de poder iniciar realmente su recuento, tarea que prosigue hoy.

"Sorpresa", "locura" y pulcritud al límite

Integrantes de ambas candidaturas han criticado desde el principio este sistema electoral que, por no haberse puesto realmente nunca antes a prueba -en las dos anteriores elecciones a rector la participación fue presumiblemente baja y además sólo concurrió un candidato- se ha revelado como trasnochado y un auténtico problema que la institución docente deberá solucionar de cara a los próximos comicios tras abrir un periodo de reflexión después de lo ocurrido.

El candidato Jesús Pastor señaló ayer, en referencia a los miembros de la junta electoral, que "han querido ser reglamentistas para evitar impugnaciones", de ahí que el proceso se esté demorando. A su juicio, de cara al futuro "habrá que hacerlo bien".

Por su parte, el otro candidato, Carlos Pastor, calificó de "locura" y toda una "sorpresa" esta situación electoral. "En las elecciones generales votan 30 millones y a las 3 horas se sabe el 98% de los votos", recordó Carlos. Ambas candidaturas ensalzaron ayer el esfuerzo de todos los integrantes de la junta electoral y la pulcritud en su tarea durante estas horas.