Ayer el bar Villalobos vivió una jornada más que especial, la tertulia de cada jueves que se realiza en este tradicional y ya histórico local del centro de Elche fue el escenario donde se desataron intensos sentimientos ilicitanos. La visita de Antonia Ibarra sirvió de precedente para que "los de Villalobos" entonaran el Aromas ilicitanos. La llegada de la hija del creador de la entrañable habanera desplegó a todos los reunidos en el encuentro. Al ritmo de la letra que compuso Francisco Ibarra hace más de sesenta años, el coro de Villalobos daba la bienvenida a la familiar del artista ilicitano con el cántico popular. Un recibimiento que logró despertar la emoción del más de medio centenar de allegados presentes en el bar. Pero, la jornada de ayer también será recordada por los amigos del Villalobos. Desde ayer, el bar acoge un regalo muy especial. Una Dama de Elche de piedra, regalada por escultor Manuel Matarredona y su mujer Manolita Rico, preside el local. "Ha sido un detalle precioso, es un monumento valiosísimo que va a acompañarnos siempre", apuntó Ricardo Caballero, uno de los fundadores de las tertulias del bar.