La Asociación Técnico Empresarial de la Construcción (Ateco) de Elche, constituida en 1995, se encuentra en una situación de crisis y no sólo como consecuencia de la propia caída de la actividad en el sector y las bajas de empresas y profesionales que se han producido en los dos últimos años (de cerca de 200 se ha pasado a apenas 60 socios), sino por diversos problemas internos relacionados con la gestión, organización y criterios a la hora de enfocar determinadas maneras de actuar.

Todo este cúmulo de circunstancias ha provocado que desde el pasado mes de diciembre las oficinas de Ateco de la avenida de Alicante estén cerradas y que la presidenta ejecutiva, Maite Moya, esté desvinculada de la patronal. Maite Moya se encuentra, además, de baja por sufrir un episodio de ansiedad. El resto del personal que atendía dichas oficinas también se ha desvinculado laboralmente tras, al parecer, un acuerdo de rescisión de contratos con la junta directiva de Ateco o lo que queda de ella, según ha podido saber este periódico en fuentes de la propia asociación.

Según señalaron a este periódico miembros de Ateco, uno de los detonantes de esta crisis ha podido ser el uso y gestión de una cantidad de dinero (alrededor de 20.000 euros) aportada por empresas expositoras en una edición de la Feria de la Vivienda que venía promoviendo Ateco. Este dinero estaba destinado para un sorteo entre los compradores de viviendas. Según dichas fuentes, a raíz de dicho incidente Maite Moya habría sido "apartada" de su cargo.

Ateco ha mantenido un absoluto silencio sobre el cierre de su sede y las circunstancias que han provocado la marcha de la presidenta y las dos personas que atendían dichas instalaciones. La ultima actividad oficial de Ateco fue la Feria de la Vivienda que a finales de septiembre del pasado año se celebró en el Centro de Congresos de Elche.

Futuro incierto

Esta anómala situación ha dejado a la asociación patronal de la construcción de Elche prácticamente al borde de su desaparición o, al menos, con un futuro bastante incierto, según indicaron varias empresas consultadas que pertenecen aún o han pertenecido a la asociación. Ateco cierra así una etapa más reciente en la que ha estado sujeta a varias convulsiones internas por discrepancias entre sus miembros y socios.

Uno de los últimos capítulos fue el conflicto generado a raíz del nombramiento o elección de Matías Mollá como presidente cuando Maite Moya desempeñaba el cargo de secretaria general. Este problema se cerró, aunque en falso, en febrero de 2009 con la designación de Maite Moya como presidenta ejecutiva y de Matías Matías Mollá como presidente institucional, cargo que en la práctica no llegó a ejercer.

"Es falso todo lo que se está diciendo sobre mi persona"

Después de intentarlo varios días, este periódico pudo ponerse en contacto ayer con Maite Moya, quien aseguró que nadie la ha despedido en Ateco, que se encuentra actualmente de baja y que es totalmente falso "todo lo que se está diciendo sobre mi persona y sobre el dinero recogido para un sorteo. El premio de los 20.000 euros se entregó cuando el comprador al que le había caído formalizó la escritura en noviembre del pasado año", dijo.

Maite Moya añadió que después de trece años, "ahora ha llegado el momento de iniciar otra etapa. No quiero seguir en Ateco, pero no me han despedido. Soy yo la que lo dejo porque tengo otros proyectos. Me he cansado de esto. Lo que pasa es que yo hubiera querido marchame de Ateco de otra forma, pero hay gente que parece dispuesta a cualquier cosa", afirmó.

En esta situación, Maite Moya apuntó que "hay un acta de la junta directiva que se celebró en diciembre del pasado año en la que se nos agradecen los servicios que hemos prestado en la asociación y se nos comunica que se nos pagarán las indemnizaciones que nos correspondan. Sin embargo, parece que no hay dinero para pagar despidos y salen todas estas cosas", afirmó.

Maite Moya indicó, por otra parte, que las oficinas que Ateco tiene en el número 132 de la avenida de Alicante "son patrimonio de los socios y están tasadas en 834.000 euros". Asimismo, aludió a los más de 900.000 euros que durante estos años se han gestionado en subvenciones y proyectos.

La que ya se puede considerar como expresidenta de Ateco, cuya gestión ha tenido detractores y seguidores, parece que tiene claro su futuro laboral y profesional en la Fundación IDEC, dedicada a la formación y que ha ocupado un local en el Centro de Negocios Bulevar Parque del parque industrial de Torrellano-Saladas.