También se preocupó de todos los aspectos de luz, sonido y vestuario. Mientras, los figurantes y los actores se ponían en manos de la peluquera, que era la encargada de dejarlos listos para poder actuar. La protagonista de la historia es Emilia (interpretada por Cecilia Freire -Física o Química, e Impares-), la encargada de una fábrica de calzado que recibe una llamada de su pareja en la que él no habla, sólo canta y eso no le hace mucha gracia. Es la historia de amor de "Aunque todo vaya mal".