La falta de institutos mantendrá el próximo curso en colegios a alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de nueve municipios de la provincia. Según se desprende al comparar el arreglo escolar previsto para el curso 2011-2012 con la guía de centros docentes de la Conselleria de Educación, a partir de septiembre la ESO seguirá presente en dos centros de Primaria de Elche y otros tres de Orihuela, así como en el colegio comarcal de Orba, al que acuden estudiantes de esta localidad y otros seis pueblos próximos. De esta forma, seguirá sin cumplirse la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), 21 años después de ser aprobada.

El principal motivo de ello es que todavía no se ha cumplido el mapa escolar que la Generalitat aprobó en 1996. Así, a pesar de los 15 años transcurridos, aún no están terminados o adecuados todos los centros de Secundaria previstos en Elche y Orihuela. Por esta razón, los escolares que este curso terminen 6º de Primaria en los colegios ilicitanos Alcudia y Francesc Cantó, así como en los oriolanos Andrés Manjón, Miguel Hernández y Virgen de la Puerta, seguirán acudiendo a ellos para estudiar 1º y 2º de ESO. Estas dos ciudades son, con diferencia, las que acumulan más retrasos en la provincia de Alicante en la aplicación de la LOGSE con todas las infraestructuras necesarias.

El arreglo escolar para el curso 2011-2012 contempla la eliminación de la Secundaria obligatoria en los colegios Casablanca y El Toscar de Elche, así como en el de la pedanía oriolana de La Aparecida. Además, se da un avance muy importante en este sentido con la adecuación de los institutos de Xixona y Pego. Todos los colegios de estas dos localidades -seis en total- y los de otros municipios pequeños próximos -como La Torre de les Maçanes en el caso de Xixona- dejarán de tener alumnos de ESO en sus aulas a partir de septiembre. Aún así, esta situación anacrónica se mantendrá al menos un año más en los centros de Primaria de Elche, Orihuela y Orba citados con anterioridad.

El caso de esta última localidad, no obstante, es diferente, ya que se puede considerar un ejemplo de lo que la propia Generalitat definió como "zona de agrupamiento de Educación Secundaria". En el colegio Hispanidad de este municipio de la Marina Alta no sólo estudian 1º y 2º de ESO escolares de Orba, sino también de Benigembla, Murla, Parcent, Tormos y La Vall de Laguar. A partir de septiembre, tal y como se indica en el mismo arreglo escolar, acudirán asimismo los niños y niñas de Castell de Castells, que hasta ahora han venido realizando esos dos cursos en su pueblo.

La posibilidad de estudiar 1º y 2º de ESO en Orba evita que los escolares de esos siete municipios tengan que acudir a Pego desde los 12 años. Cabría preguntarse, en todo caso, si existe una demanda suficiente como para que Orba contara con un instituto propio para que la ESO se pudiera cursar de manera íntegra en esta localidad. A priori parece que sí, puesto que, según recoge en su web la Conselleria de Educación, el centro cuenta con cuatro unidades y 120 puestos autorizados, con lo cual, es probable que, con la ESO completa, se alcanzara el mínimo establecido por la Generalitat de ocho unidades y 150 alumnos.

Críticas del STEPV

El sindicato de docentes STEPV incide en el hecho de que "el mapa escolar de 1996 no está acabado, 15 años después de aprobarse", y que, en algunos casos, todavía "no hay visos" de que se inicien siquiera las infraestructuras que contepla. Manuel Serrano, miembro del Secretariado de esta organización en Alicante, alude como ejemplo al instituto número 15 de Elche, que debiera corregir la existencia de aulas de ESO en los centros de Primaria. También recalca que "no se ha hecho la ampliación de uno de los institutos de Orihuela", lo cual está causando el retraso en la adecuada aplicación de la LOGSE en la capital de la Vega Baja. En otras ciudades, como Alicante, "lo que faltan son colegios, y eso produce la masificación de los que ya hay".

Serrano critica la tardanza para realizar obras como las adecuaciones de los institutos de Xixona y Pego, no consistentes en la construcción de centros nuevos. El responsable sindical destaca que estas demoras, además de prolongar los perjuicios para la comunidad educativa, producen unos "sobrecostes" que podrían evitarse acortando los plazos.