Casi una treintena de personas tuvieron que ser desalojadas en la madrugada del jueves al viernes de un edificio de Torrellano al originarse un fuego que no causó ninguna víctima y en el que sólo hubo que lamentar algunos daños materiales.

Las llamas se originaron en un cuarto de uso interno de La posada, un establecimiento que es bar, restaurante y hostal y que nunca hasta la fecha había tenido ningún incidente similar. Precisamente, fueron sus huéspedes, una veintena, junto con otros vecinos que viven en este inmueble de cuatro alturas -en la primera planta residen los clientes y el resto es propiedad de la comunidad de vecinos- los que tuvieron que abandonar precipitadamente sus moradas.

El fuego se originó concretamente en una secadora de ropa industrial que, al parecer, sufrió un cortocircuito. Ésta se encontraba en la planta baja, concretamente en una habitación que da a la calle Coronación, casi en la esquina con la plaza Misteri d'Elx.

El incidente se originó poco antes de las dos de la madrugada y la suerte estuvo en que una mujer que conocía a los propietarios del negocio avisó de manera inmediata a la familia. La ciudadana casualmente conoce al hermano del propietario del restaurante-hostal y directamente llamó al primero al móvil.

A partir de aquí todo se desencadenó según lo esperado. El hermano llamó a su familiar para avisarle de que algo pasaba en el establecimiento y de inmediato la familia, que reside en las inmediaciones, se dirigió hasta el establecimiento, donde se desalojó llamando puerta por puerta a la veintena de habitaciones, además de activar la alarma, según sus responsables.

El hostal-restaurante cuenta con un conserje nocturno, pero éste se encontraba justo al otro extremo del edificio y, por tanto, no detectó hasta el último instante el olor a quemado, casi al mismo tiempo que se personaron en el lugar los propietarios.

Sin control

Enrique Ros, responsable del negocio, explicaba ayer que cuando acudieron al lugar donde se originaron las llamas se dieron cuenta de que ya no podían controlarlas. Los Bomberos y la Policía Local se personaron en poco tiempo en el establecimiento. La Policía Local recibió el aviso a la 1.50 de la mañana, mientras que desde el parque de Elche y de Crevillent se desplazaron prácticamente todos los efectivos disponibles, casi una docena, según fuentes del parque de bomberos ilicitano.

Más que el fuego, parte del establecimiento quedó afectado por el humo, aunque ayer al mediodía el restaurante ya podía servir comidas, mientras que los huéspedes y vecinos pudieron regresar, tras la ventilación de los bomberos, a sus camas en apenas una o dos horas. Todos salvo una pareja de clientes, que fueron realojados en casa de los padres de los propietarios del negocio ya que su habitación fue la más afectada por el humo.

Sus responsables aseguraron ayer que el establecimiento funcionaba a las pocas horas con total normalidad y que mientras tanto el servicio de lavandería quedará externalizado.

La ley antitabaco "contribuye" a evitar una tragedia mayor

De un modo u otro la nueva ley antitabaco contribuyó en la madrugada de ayer a evitar que el fuego pasara a mayores y se convirtiera en toda una tragedia. La cliente de un pub cercano salió a la calle a encenderse un cigarrillo y fue la que avistó el humo que salía del establecimiento y la primera en dar la voz de alarma.