Dentro de un año, el campus de Elche parecerá otro. El cambio, a mejor, y centrado en el sector que durante años ha sido campo abierto, ya no tiene marcha atrás. Este mismo mes de enero han comenzado los primeros movimientos de tierras para convertir en una amplia zona verde y de paseo lo que todavía es un secarral.

La Universidad Miguel Hernández ha adjudicado recientemente las obras para el ajardinamiento y tratamiento superficial de una amplia área del campus de Elche. Con esta actuación se pretende normalizar el aspecto del campus ilicitano, que actualmente cuenta con una gran superficie dominada todavía por los descampados.

La actuación comportará sobre todo la creación de zonas verdes, senderos y mobiliario urbano en torno a los actuales edificios Quorum I y Rectorado, los cuales quedarán enlazados con los dos edificios dedicados a la práctica e investigación deportiva, así como con el resto de edificaciones, tales como Alcudia, Altamira y Altet.

En total, se va a actuar sobre aproximadamente 80.000 metros cuadrados, de los que más de la mitad, cerca de 43.000 m2, se van a destinar a vegetación de distinto tipo. El pavimento para vehículos ocupará más de 13.200 m2, cantidad prácticamente similar a la que se destinará a las zonas peatonales.

Las obras se sacaron a licitación por un importe de 6,1 millones de euros, aunque finalmente han sido adjudicadas por 3,8 millones, es decir, un 37,7% menos de lo previsto inicialmente.

Tal y como confirmó en diciembre el rector, Jesús Rodríguez Marín, las obras han arrancando puntualmente este mes de enero, y las mismas se prolongarán durante aproximadamente diez u once meses.

El proyecto responderá a la "aplicación de una composición libre, apenas jerarquizada al diseño de un jardín básico: palmeras, otros árboles autóctonos, arbustos locales, tierra y un pavimento abstracto de hormigón", según fuentes de la Universidad Miguel Hernández.

Con la ejecución de esta actuación se unirá peatonalmente el Rectorado al resto de edificios, se establecerán dos itinerarios que recorrerán el campus en dirección este-oeste, además de tratarse superficialmente el entorno próximo de los edificios Altet y el de la Unidad de Desarrollo Tecnológico.

Transitar a través de los descampados

Ante el inicio de las obras de urbanización de la zona posterior al edificio de Rectorado, la Universidad Miguel Hernández ha enviado un plano a prácticamente toda la comunidad universitaria en el que se informa de los recorridos peatonales alternativos. La intención es velar por la seguridad de alumnos, profesores, personal de administración y servicios, y ciudadanos en general en la extensa zona donde se desarrollan las obras. La institución quiere evitar en lo posible cualquier accidente con la maquinaria o caídas en las zanjas abiertos

De hecho, durante estos años, los alumnos, la mayoría de las veces, han tenido que transitar campo a través para ir de un edificio a otro, sobre todo en la zona este del campus. A los responsables de la Universidad les hubiera gustado contar con esta zona totalmente normalizada desde hace un par de años, aunque hasta ahora no ha sido posible.