Alrededor de 200 ciclistas, a los que se unieron también unos cincuenta corredores, afectados por el cierre del camino del margen derecho del Pantano se concentraron ayer frente al Ayuntamiento para pedir su apertura. La vía, que era lugar de paso para estos y otros muchos ciclistas y senderistas, se cortó con una valla metálica y un gran cartel que avisa que es propiedad particular.

Los afectados por el vallado son muchas personas vinculadas al medio ambiente y la naturaleza que suelen frecuentar esta zona -durante los fines de semana sobre todo- tanto de Elche como de poblaciones cercanas, como Aspe o Novelda. Además, también hay ilicitanos de toda la vida que, desde su niñez, han visitado el entorno y se resisten a no poder acudir más al quedar en zona privada.

Los afectados cuestionan los inicios de esta titularidad particular y solicitan al Ayuntamiento que "recupere el uso público de estos caminos y conducciones para el pueblo de Elche y para el disfrute de cuantas personas deseen usarlos o tengan el gusto de visitar esos lugares tan importantes por sus valores históricos, culturales y medioambientales", expresaron en un comunicado.

Del mismo modo, recordaron que, "desde tiempo inmemorial, los ilicitanos han disfrutado del entorno del Pantano de Elche accediendo y transitando por los caminos y sendas que siempre estuvieron abiertos al libre paso. Durante los últimos decenios esa zona ha sido radicalmente transformada para uso agrícola, siendo destruidos, dañados y alterados, en el proceso de acondicionamiento, diversos caminos y senderos".

Los concentrados en la protesta destacaron el gran número de personas que utilizan ese camino para llegar desde el Pantano hasta Aspe, así como de los municipios vecinos para llegar a Elche en una senda en contacto con la naturaleza.

"No se pueden cortar unos caminos que son patrimonio del pueblo de Elche", señaló uno de los afectados. "Además, con esa valla también se impide a la gente que pueda subir a la sierra y ni siquiera se puede ver la presa del Pantano", añadió otro. Así, la tónica general entre los afectados fue destacar que un camino y un barranco no pueden ir a dar de lleno a una finca particular y, "si tiene que seguir el camino por un lado, que siga, y lo otro que sea privado", apuntaron como posible solución.

De hecho, los afectados recuerdan que el actual vallado impide incluso "el acceso hasta un pequeño acueducto, resto de la centenaria conducción de agua potable de Elche". Para los usuarios, "ningún uso de los terrenos de propiedad privada puede dar lugar a la privación de bienes públicos, que son patrimonio de este pueblo", expresaron en su escrito. "Ahí hay un camino y un barranco cortados. Habría que saber qué es de la Confederación y restituirlo. Además, aparte de impedir el paso, la valla causa un gran impacto visual", denunció ayer uno de los manifestantes. Por todo ello, piden al Ayuntamiento que "no diga sin investigar que se trata de una propiedad privada".

Desde el colectivo de ciclistas que ayer secundaban la protesta recordaron también que ellos no son "vándalos", ni se dedican a robar naranjas, en referencia a los motivos que se argumentaron por parte de la propiedad para vallar el camino del margen derecho después de tanto tiempo.