Que la ciencia y la innovación son dos de los motores que nos pueden sacar de la crisis, es algo que lo tienen muy claro desde hace tiempo los científicos y expertos que ayer concurrieron en la jornada "Alternativas tecnológicas a la situación actual". Y también que a mal tiempo, buena cara, y que sólo desde la reinvención y de coger el toro por los cuernos se pueden transformar en fortalezas algo que en principio son debilidades.

Éstas y otras ideas, pero sobre todo el mensaje de que la I+D+i de la Universidad de Elche, de las universidades en general, puede hacer mucho por las empresas e industrias de la provincia, fue lo que se transmitió ayer en esta sesión celebrada en el Centro de Congresos de Elche y a la que asistió de manera intermitente un centenar de personas.

Para comunicar las excelencias científicas de la UMH qué mejor que dos pesos pesados: Carlos Belmonte, Premio Nacional de Medicina 2009 y ex director del Instituto de Neurociencias; y Antonio Ferrer Montiel, subdirector del Instituto de Biología Molecular y Celular y coordinador de la nueva Plataforma de Investigación en Piel.

El conocimiento científico como fuente de oportunidades para la empresa fue la charla que defendió Belmonte, quien posteriormente recordó la corta trayectoria de este país en la transferencia del conocimiento de las universidades a la sociedad. "Es una lección que tenemos que aprender rápidamente", dijo el neurocientífico, quien expuso, como ejemplo, que "podemos hacer mejores zapatos, porque más baratos no los podemos vender ya".

En este sentido aseveró que hay mucho recorrido en la provincia para la industria biomédica, un sector casi nada explotado.

Belmonte, al igual que Ferrer Montiel, destacó los "excelentes recursos científicos" que se ofertan desde la Universidad. Este último además entonó el mea culpa al afirmar que la gran mayoría del empresariado alicantino desconoce las oportunidades que le puede ofrecer la UMH, pero "no podemos echar toda la tinta sobre el empresariado, porque seguramente nosotros no hemos sabido comunicarlo".

Ferrer Montiel destacó, por poner algunos ejemplos prácticos, cómo junto a empresarios catalanes, que en su momento se interesaron por el trabajo que se hacía en el Instituto de Biología Molecular y Celular, asentado en el campus de Elche, se ha podido sacar un dermocosmético, un antiarrugas, que es líder en ventas desde el año 2002; y también que está a punto de salir al mercado un analgésico antiinflamatorio con muy buenas perspectivas.

En un posterior turno de preguntas, tanto Belmonte como Ferrer Montiel coincidieron en destacar una cuestión que se había planteado por parte de los asistentes y que no fue otra que si era ético que científicos de la universidad pudieran ganar dinero a partir de generar investigación pública para el sector privado. Ambos coincidieron sin dudarlo en que sí es ético.

En la segunda parte de la sesión, organizada por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad, intervino el decano de la Facultad Sociosanitaria de la UMH y uno de los que han hecho posible el Centro de Investigación del Deporte en el campus de Elche. Eduardo Cervelló imprimió ritmo al debate hablando de motivación, liderazgo y cohesión del grupo.

Por esta misma senda de optimismo transitó Alex Rovira, emprendedor, economista y autor, entre otros, de "La buena suerte". El invitado dirigió incluso un taller práctico para promover actuaciones de diversificación empresarial.

"De toda crisis se sale de la esperanza, y no del optimismo ingenuo, dentro de la adversidad", señaló Rovira, quien instó a preguntarse qué estoy haciendo yo para salir de la crisis, y no cuándo me sacarán de ella los demás.