Su fuerza de voluntad y su disciplina en el trabajo les hace seguir avanzando pese a las limitaciones que, hoy en día, se han visto agudizadas de mano de la crisis económica. Son apasionados por el pasado e inventores de la historia que nace, sólo y exclusivamente, de las huellas que han dejado los habitantes del ayer. Tienen nombre propio y viajan en el tiempo bajo el paraguas del Grupo Cultural Paleontológico de Elche (GCPE) y el Museo Paleontológico de Elche (MUPE).

Con un largo recorrido a sus espaldas y con la sonrisa de quien realmente confía en lo que está haciendo, los proyectos y las ilusiones llegan a sus manos, eso sí, siempre bajo esas tres premisas de vida que son "investigar, conservar y difundir todo el material. En cualquier proyecto de investigación hay que trabajar esas facetas", explica Ignacio Fierro, director científico del MUPE.

La delicada situación financiera por la que atraviesan los sueños y realidades en la cotidianidad hace que, "en un breve plazo de tiempo, hayamos pasados de 16 personas a tan sólo cuatro biólogos y geólogos para trabajar en los proyectos de campo". No obstante, pese a ello, a Ignacio Fierro se le iluminan los ojos cuando comienza a narrar, lo que él mismo denomina como "el corazón de todo este programa museístico, una la línea principal de trabajo a través del proyecto Fósiles y Patrimonio de Alicante (FOPALI), que se diseñó en 2006 con el objetivo de conocer, proteger y difundir el patrimonio geológico y paleontológico de los distintos municipios de la provincia de Alicante", añade el director científico del museo ilicitano.

Como base de la investigación se ha tomado un primer trabajo que se realizó en 1994, "pero que posteriormente se abandonó. Nuestro proyecto es realmente ambicioso y lo estamos realizando por fases, a partir de una cifra inicial que puede estar en torno al centenar de localizaciones y yacimientos. Es un proyecto a largo plazo y el problema fundamental es la financianción, sobre todo teniendo en cuenta que de este planteamiento suelen salir el resto de actividades del museo".

El primer paso se ha dado en Alicante, "donde terminamos hace un año localizando 31 puntos de interés. Después hemos comenzado con Elche, a partir del Clot de Galvany y del Pantano, donde estamos ya en un segunda fase. Lo que se pretende es reconstruir la historia de hace millones de años, observar las rocas y los fósiles que aparecen en esas zonas, y así intentar saber cómo fue la historia de la vida de la tierra".

Nacho Fierro insiste en que "a través de este trabajo conocemos cómo era nuestro entorno, el clima y el paisaje de entonces. Y, a partir de ahí, poder trasmitirle al público con una imagen, fotografías o recreaciones informáticas todo lo que había en esas zonas hace cien millones de años". En el caso de Elche, "se han localizado 20 yacimientos hasta el momento , todos ellos asociados al borde norte de la cuenca del bajo Segura. Se ha detectado gran diversidad de fósiles, restos de invertebrados, de vertebrados marinos y de vertebrados continentales... con fósiles de animales de tierra como, por ejemplo, un ave-elefante, un gran pájaro, que tenía entre dos y tres metros de altura", detalla.

El problema viene, no obstante, "con que no hay ninguna de estas zonas puesta en valor, para que el visitante pueda accerder a ella y conocerla, ver la evolución de los mares o los animales que vivían en la costa"... y para cambiar ese signo "necesitamos la implicación de ayuntamientos y Generalitat, que de momento no tenemos". La ayuda del Instituto Municipal de Cultura es vital, aunque insuficiente, y confían en que se consolide el proyecto de fundación que abra nuevas y optimistas perspectivas para un esfuerzo colectivo que no tiene precio.