"Elxans e il.licitans. Història d'un gentilici" es el título de la investigación (incluída en el último número de la revista La Rella, del Institut d'Estudis Comarcals del baix Vinalopó) que ha realizado el profesor de la Universidad de Alicante (UA) y doctor en Filología Latina, Antoni Biosca Bas, y donde se realiza "un recorrido sobre los gentilicios -adjetivos con los que son designados las personas según su lugar de origen- de los habitantes de la ciudad de Elche, comenzando por las formas latina y griega, variaciones gráficas, numismática y, sobre todo, las fuentes medievales donde se puede constatar con facilidad que los genticilios como elxà, elchero u otras formas similiares, en realidad, son más antiguas que el de ilicitano, que es el que, a día de hoy, se considera como el gentilicio por autonomasia". En este sentido, Biosca Bas ha constatado también que ilicitano (il.licità en valenciano) ha superado cronologías históricas "y ha sido considerado como auténtico porque ha salido del castellano y ha hecho que otros gentilicios más antiguos nacidos del valenciano, que no olvidemos es la lengua tradicional de Elche, hayan desaparecido de la vida ciudadana".

El desprestigio llegó por la lengua y el acento peyorativo y mal entendido "todavía se utiliza cuando se quiere ofender a los ilicitanos, en el sentido de que consideran, por ejemplo, una forma como elchero como algo bajo. Eso es ahora, porque en el recorrido histórico elchero (elxero), elxer o elxà no eran formas, en absoluto, ni peyorativas ni inferiores, eran las habituales para designar a la gente de Elche. Lo que pasa es que -continúa el profesor de la UA- el prestigio de una forma culta como es il.licità o ilicitano ha convertido las otras formas en burdas o vulgares". Todos se debe a "los prejuicios sociales, por un prejuicio que hace que la forma castellana sea únicamente la forma culta y la preferible".

En el transcurso del estudio, Antoni Biosca se ha visto sorprendido por cuestiones como el hecho de que "un gentilicio derivado a partir de la forma Elche/Elx (elxinus o elchinus) lo podamos encontrar en textos latinos, medievales y del Renacimiento... donde no aparece el esperable ilicitanus o illicitanus, que posteriormente da ilicitano e il.licità".

Por último, explica Biosca Bas que "los gentilicios, normalmente, son derivados siempre del topónimo -nombre de la ciudad- y, sin embargo, en este caso no ocurre así y se produce, por lo tanto, algo excepcional. La forma excepcional volvemos a constatar que es il.licità e ilicitano; mientras que lo normal, en este caso, sería elchero, elxà -que aún se escucha- o elchano", concluye.