El camino del merendero del Pantano, en el tramo que arranca desde el lugar donde se encuentra la zona ajardinada acotada por el Ayuntamiento de Elche para seguir en dirección hacia el interior de la sierra, es otro de los enclaves del campo de Elche que está suscitando el debate y la polémica en torno a su carácter público o privado.

La colocación de una valla con vigas de acero y mallazo metálico, junto con un gran cartel en el que se prohíbe el paso y se especifica que más allá de la valla hay una finca particular con un coto de caza, ha provocado el malestar y las quejas de las personas que habitualmente venían utilizando dicho camino como lugar para la práctica de senderismo y otras actividades vinculadas al medio ambiente y la naturaleza. Es un caso distinto al del Camí de les Voltes de Ferriol, cuya polémica se desató sobre la conveniencia de que fuera o no asfaltado o arreglado con una capa de zahorra. Sin embargo, estas rutas del campo de Elche, tradicionalmente utilizadas de forma libre, se están viendo afectadas por una clara disputa de intereses donde el debate entre lo que es público y lo que es de uso privado está sobre la mesa.

El Ayuntamiento de Elche, ante la medida adoptada por la propiedad de la finca ha intentado negociar una solución pactada para que se permita el acceso por dicho camino, aunque sea de una forma regulada. El intento, de momento, no parece haber tenido éxito.

Explicación municipal

El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Alejandro Pérez, aseguró que el camino "es particular y privado. El camino asfaltado de uso público llega hasta el merendero, pero a partir de ahí empieza el camino de tierra por zona privada", comentó.

Según Pérez, antes de la colocación de esta valla metálica el camino tenía en su inicio varias piedras de gran tamaño cuya finalidad ha sido obstaculizar la entrada de vehículos. Sin embargo, las piedras no impedían el acceso de bicicletas o personas a pie. "Sabemos que hay gente que se ha quejado de este vallado. Las noticias que tenemos es que los propietarios parece que quieren evitar así que se produzcan actos vandálicos en los cultivos que hay en la finca. Hemos intentado una gestión amistosa, aunque la cosa no está fácil", explicó el edil del equipo de gobierno.

Robo de cultivos y coto de caza

Este periódico ha podido saber en fuentes próximas a la propiedad de la finca que, efectivamente, el vallado no sólo pretende poner fin a un acceso incontrolado de personas, sino principalmente evitar el robo de productos cultivados (la finca acoge una explotación de naranjos), destrozos en la red de riego por goteo y, fundamentalmente, el riesgo de algún accidente por la proliferación de cazadores en el coto de la finca.

Por otro lado, la entrada más o menos masiva de de ciclistas a esta zona ha sido la gota que ha colmado el vaso, ya que cuando sólo accedían personas a pie este problema al parecer no se había suscitado.

En todo caso, el vallado ha provocado la polémica, ya que personas que habitualmente utilizaban este camino para sus escapadas o rutas de fin de semana consideran que el vial no es privado, sino público. El Ayuntamiento, si n embargo, no parece darles la razón y el camino, por el momento, va a continuar cerrado.