La Asociación de Comerciantes de Elche no tiene previsto llevar a cabo ninguna campaña de Navidad apoyada en sorteo de regalos, tómbolas o premios mediante cualquier otro sistema, según reconocía ayer la presidenta del colectivo, Antonia Pomares, quien explicó que "el comercio sigue atravesando momentos difíciles y la gente no está para muchos trotes. Esa es la realidad. En principio, no pensamos hacer sorteos ni tómbolas como otros años", aseguró.

Para cambiar y hacer algo distinto, la asociación había sopesado montar una pista de hielo en algún lugar céntrico, como la plaza del Congreso Eucarístico, para atraer a familias enteras a patinar y utilizar esta actividad de ocio como reclamo comercial. Sin embargo, lo costoso que supone poner en práctica esta idea ha provocado que se descarte. "Hoy por hoy, la campaña de Navidad la tendremos que hacer, salvo que surja alguna idea excepcional, con actividades que resulten asequibles. Hay un grupo de comerciantes, básicamente los que ya participaron en la iniciativa "Vida y Moda", que están dispuestos a organizar una feria de productos y artículos especial para las fechas navideñas, aunque a mí, particularmente, me parecería bien organizar una campaña del comercio en la calle, pero con una participación lo más numerosa posible", indicó.

Precisamente, la reciente campaña del "comerç al carrer", promovida desde la Concejalía de Fomento del Ayuntamiento aprovechando la celebración del Festival Medieval de Elche, no ha tenido el efecto deseado y han sido muy pocos los establecimientos que se han sumado sacando a la calle expositores de productos o bien organizando alguna promoción similar. "Es normal que la gente no se anime porque esta campaña vino de una forma un tanto precipitada. De los correos enviados para informar de la campaña para que los comercios participaran sólo unos quince comunicaron que tenían previsto cerrar las tiendas más tarde y hacer algo en la calle. Pero han sido muy pocos al final los que han participado", dijo.

Antonia Pomares resaltó que la campaña probablemente no ha funcionado precisamente por hacerla coincidir con el mercadillo medieval y con dos fines de semana con las calles del centro de Elche llenas de puestos de venta ambulante de productos de todo tipo. "Las tiendas han vendido menos porque la gente que estaba por la calle se iba a los puestos medievales. El momento elegido quizás no ha sido el más adecuado", apuntó.