El Síndic de Greuges recibió ayer la primera queja de su historial en el ámbito educativo sobre la Formación Profesional, desde que se creara la institución del defensor del ciudadano hace 17 años, en 1993.

Los recortes del Consell este curso en aulas y profesores de formación profesional, al eliminar los desdobles que estaban establecidos en 18 alumnos por clase y exigir que el número de estudiantes para poder tener otra aula sea de 30, han provocado la queja formulada por la federación de enseñanza Fete-UGT, que ayer hicieron llegar el secretario general, Guillermo Martí, y el responsable de Comunicación, Javier G. Zurita, al adjunto segundo del Síndic, Carlos Morenilla.

"Le hemos expuesto la grave situación en la que quedan las enseñanzas de Formación Profesional (FP) tras la decisión de la Conselleria de Educación de suprimir la mayoría de los desdobles, que implican la presencia simultánea de dos profesores en las aulas taller y laboratorios". Junto al también secretario de Enseñanza Pública, José Gil, el sindicato remarcó que los desdobles "no son un capricho prescindible o un derroche o despilfarro innecesario" porque están pensados "para garantizar una mejor calidad de estas enseñanzas y, especialmente, la seguridad física del alumnado en aquellos módulos que lo precisan por el manejo de maquinaria y útiles que requieren una atención más personalizada".

Para concluir, Fete advierte ante el Síndic del peligro de que se desnaturalice esta enseñanza por la falta de prácticas y los futuros titulados no cuenten con la preparación adecuada para el mundo laboral.