Entró a formar parte del equipo de rodaje de la última película de Bruce Willis casi por casualidad y ahora, que le ha cogido el gustillo, está decidido a ampliar sus incursiones en el mundo de las estrellas cinematográficas. Carlos López, además de haber actuado en lo que en el argot especializado denominan doble de luces y doble fotográfico, ha tenido ocasión de cruzar alguna que otra palabra con el protagonista de "La jungla de cristal", al que califica como una persona distante. En el rodaje de esta película Carlos López también ha compartido escenario con Sigourney Weaver y Henry Cavill.

¿Cómo llega un bombero del parque de Elche a convertirse en el doble de un actor de la talla de Bruce Willis?

Algunos de mis compañeros ya habían hecho de extra en una película de Asterix y Obelix y me dijeron que podía inscribirme en una web, porque a mí me resultaba interesante participar en un largometraje. Me apunté a un castin sin saber para qué película y una semana después me comunicaron que lo había pasado y que iba a hacer de extra y de doble de luces del protagonista. Me dijeron que el rodaje iba a durar tres semanas y cuando pregunté que quién era el protagonista me contestaron que era un americano, el mismísimo Bruce Willis. Casi se me cae el teléfono de las manos.

¿Cómo ha sido el rodaje?

Han sido dos semanas de rodaje en Granadella, en Moraira, en el puerto de Villajosa, en la Ciudad de la Luz y en el aeropuerto. Luego me dijeron que fuera otra semana a Madrid una vez que Bruce Willis se había marchado por si había que hacer algún plano más.

¿En qué ha consistido su tarea?

En principio mi misión era ser lo que ellos llaman el doble de luces, es decir, cuando van a rodar un plano de diez segundos necesitan primero colocar el plano, los filtros de luz, los micrófonos y para eso necesitan una persona que haga el papel del actor, aunque realmente esas escenas no se graban. Este tipo de cosas las cuidan mucho y una vez que todo está preparado y milimétricamente controlado es cuando actúan los actores principales. Pero luego también he participado como doble fotográfico en dos o tres ocasiones, en escenas que se toman de lejos y que se graban desde atrás, y esas sí que las veremos en la cinta.

¿Y que hay que tener para hacer de doble de Bruce Willis?

En mi caso medir 1,83 y pesar 85 kilos, aproximadamente la misma complexión que el actor americano. Además, la forma de la cabeza por detrás es idéntica y por ello he podido participar en escenas grabadas por detrás. De hecho, a veces el director en situaciones de poca luz me confundía y me hablaba como si fuera Bruce Willis.

Y ¿cómo es el protagonista de "Chacal"?

Es una persona distante, que suele mantener las distancias. Por ejemplo, Henry Cavill era absolutamente afable y comía en el catering con nosotros. Con Bruce he cruzado algún saludo y alguna broma: en algún momento se ha dirigido a mí en perfecto español diciéndome "Hola, Bruce", pero hay mucha protección en torno a él para que la gente no le moleste.

¿Orgulloso de la experiencia?

La verdad es que me ha llenado de orgullo. Ha sido muy curioso estar con actores tan famosos y ver el sistema de grabación, el complejo que se monta detrás de una película. La experiencia ha sido muy positiva y especialmente hacer de Bruce Willis que es un actor de bandera para gente de mi generación. Sin duda, la experiencia me enorgullece, aunque creía que era más robusto y bajito.

¿Le ha ayudado en la experiencia ser bombero?

Muchas empresas suelen emplear bomberos para este tipo de doblajes por nuestra disponibilidad, porque no solemos ponernos nerviosos ante situaciones de riesgo y porque somos disciplinados.

¿Se paga bien?

Para nada. Cada día de rodaje dura diez o doce horas, aunque con muchas esperas, y a un doble le pagan 70 euros al día.