La historia de los siete pecados capitales tiene su origen en los testamentos de la Biblia, se remonta a las reflexiones del papa Gregorio Magno en el siglo XV y también fue reflexionada por Santo Tomás de Aquino, entre otros muchos personajes históricos. Pero además de su significado y de las distintas teorías, estas actitudes, calificadas como los vicios más comunes del hombre, han sido la fuente de inspiración de numerosos escritores y artistas como lo fue para El Bosco hacia el año 1485.

Ahora, después de conocer a lo largo de los siglos obras basadas en los siete pecados capitales, una joven artista ilicitana ha querido dedicar su primera exposición a esta temática histórica. Una muestra, que bajo el título "Enfocando" estará visible en el café Enzo hasta final de año como parte de su decoración.

De esta forma, Anahí Aragón se presenta al público ilicitano expresando a través de su cámara fotográfica "otro punto de vista, más cercano" estos puntos flacos del ser humano. A partir del juego con los esquemas de luces, en blanco y negro, se pueden apreciar la lujuria, la pereza, la gula, la ira, la envidia, la codicia o la soberbia. Sin embargo, la característica distintiva de esta obra reside en que los protagonistas de las imágenes son personajes cotidianos, familiares y amigos de la autora. "He querido expresar que cualquier persona puede sucumbir a cualquier pecado capital", apunta Anahí Aragón. Por ello, la fotógrafa se ha saltado las reglas convencionales y ha pasado de los modelos para expresar estos estados de ánimo.

Con ello, las siete instantáneas, más un retrato de la propia artista, como testigo de los siete pecados, pretenden invitar, según Aragón, a la reflexión sobre estas actitudes interpretadas por cada uno de los personajes sin ser evidentes a simple vista.

Así, ha debutado una novel fotógrafa, gracias al conocido como "Encuentro de jóvenes artistas" que organiza la cafetería ilicitana. Una posibilidad agradecida por Anahí para poder darse a conocer y tratar de abrirse camino en esta profesión. Su reto ahora es conseguir nuevos espacios para seguir demostrando su validez y para no dejar de enfocar con el objetivo de su cámara.