Los más de 800 alcaldes, concejales, consellers, militantes, simpatizantes y demás cargos políticos del PP que se congregaron ayer en Elche se quedaron con las ganas de ver al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y al titular de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll. Ni uno ni otro asistieron al primer gran acto de campaña del partido en la provincia tras destaparse el sumario del caso Brugal. El jefe del Consell, que en teoría estaba preparando el debate de política general de mañana, según apuntaron los propios populares en las jornadas, estuvo en realidad en el Puerto de Valencia visitando una flota de buques de guerra de la OTAN. Ripoll, por su parte, se ha tomado este fin de semana de descanso y ayer no participó en ningún acto público.

Los que sí acudieron al encuentro, celebrado en la Universidad Miguel Hernández, fueron la alcaldesa de Orihuela y portavoz popular en la Diputación, Mónica Lorente; el secretario general del PPCV, Antonio Clemente; la directora del comité de campaña del partido en la Comunidad, Paula Sánchez de León; y los consellers de Agricultura, y Solidaridad y Ciudadanía, Juan Cotino y Rafael Blasco, entre otros.

Durante los actos de apertura y clausura de las jornadas, todos los líderes populares que tomaron la palabra coincidieron en una idea: la honradez. Los dirigentes defendieron a capa y espada su transparencia y anunciaron que su campaña de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas tendrá en cuenta, muy en cuenta, a los ciudadanos. "Vamos a contar con todos. Queremos reunirnos con las personas y tratar sus problemas: el paro, la economía...", sentenció Clemente.

El vicesecretario general del PPCV, José Císcar, se postuló en términos similares minutos antes y resaltó que, frente a las "agresiones permanentes" de los socialistas, su partido ofrece "la honestidad de nuestro líder, Francisco Camps". El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, subrayó que en los populares reina la "tranquilidad de las cosas bien hechas" y emplazó a sus compañeros a ir "con la cara bien alta". La candidata popular a la Alcaldía de Elche, Mercedes Alonso, habló de "gestión honrada", mientras que Sánchez de León adelantó que quedan "varios meses de salir a la calle".

En resumen, todos coincidieron en que uno de los pilares básicos de la campaña del PP ha de ser la cercanía al ciudadano con el fin de lavar la imagen del partido, muy dañada por los múltiples escándalos de corrupción que le han salpicado en los últimos tiempos.

Obtener rédito de Zapatero

El encuentro de los populares valencianos sirvió para dibujar otras guías básicas de la "austera" campaña que ya se ha puesto en marcha. Una de las más llamativas es la que adelantó Sánchez de León. La directora del comité de campaña pidió a sus compañeros que aprovechen la convulsa situación política que atraviesa Zapatero para obtener así rédito electoral: "Esta campaña tiene que hacerse también en clave nacional, porque Zapatero ha destruido este país. Hay que recordar la derogación del Plan Hidrológico Nacional, el pensionazo y los recortes, los casi cinco millones de parados, la memoria de las víctimas del terrorismo, el millón de personas al que Zapatero ha incorporado al umbral de la pobreza, la ausencia del AVE en Alicante y Castellón, los recortes de Fomento y el castigo a la Comunidad (aplausos)".

Por último, Sánchez de León adelantó que todos y cada uno de los actos de campaña que celebre el PPCV tendrán un carácter solidario. Ayer se comercializaron camisetas y se donó un euro a Cáritas de Elche por cada una que se vendió.

"Han buscado algún ahorrillo en la caja B"

La portavoz adjunta socialista en las Cortes, Carmen Ninet, dijo ayer que la reunión del PPCV "para preparar la que según ellos mismos han calificado como la campaña más austera no es más que un intento para aclararse entre ellos y ver si les queda algún tipo de ahorrillo de la caja B". Y concluyó irónicamente: "Harán una campaña honesta, sin oropeles, boatos y lujos de esos de los que se han rodeado hasta ahora".