La Conferencia de Rectores de las Universidades públicas Valencianas (CRUV) aprobó ayer el relevo natural en la presidencia y vicepresidencia de este órgano, de modo que el rector de la Universidad Miguel Hernández, Jesús Rodríguez Marín, cede el testigo a su homólogo de la Universitat de València, Esteban Morcillo. Juan Juliá Igual, rector de la Politécnica de Valencia, le acompañará durante un año en la vicepresidencia.

Los máximos responsables de las universidades de Alicante la Politécnica y la de València, la Miguel Hernández, de Elche, y la Jaume I, de Castellón, se convocaron en este órgano, que en febrero de 2008 pasó a denominarse también Asociación de Universidades Públicas Valencianas, para tratar además otros aspectos.

Los rectores valencianos, según informaron ayer fuentes de la Universidad Miguel Hernández retomaron asimismo el frente de la financiación con la Generalitat Valenciana. En este sentido quisieron dejar claro que reconocen el esfuerzo que ha realizado la Administración autonómica en cuanto a asegurar fondos de futuro, y también con carácter retroactivo, para los distintos campus.

No obstante, pese a ello, las universidades públicas valencianas consideran que no se debe demorar más poner negro sobre blanco los compromisos adquiridos e instaron al Consell a que firme cuanto antes el plan de financiación para que las universidades puedan trabajar con un cierto margen y realizar así previsiones reales.

Otro de los puntos que se abordaron en la reunión de ayer fue la aprobación de la creación del llamado club de rectores eméritos de las universidades públicas valencianas. En este ente se englobarían ex rectores cuya experiencia tanto académica como de gestión puede servir de gran ayuda al funcionamiento de los Campus. En este sentido los integrantes actuarían como asesores para distintas cuestiones.

La Asociación de Universidades Públicas Valencianas tiene como metas actuar de forma unitaria en la reivindicación de los derechos de los cinco Campus públicos de la Comunidad Valenciana, actuar de forma colegiada en la definición clara del sistema universitario territorial, y, en definitiva, actuar en una misma dirección en la negociación conjunta de los intereses comunes que atañen a las universidades asociadas.