El fenómeno de la inmigración se ha adentrado en la ciudad de forma visible. Se palpa en los censos y en las estadísticas, y también se aprecia en las calles, en los colegios y en los puestos de trabajo.

Pero, más allá de las cifras y de los porcentajes, las diferentes culturas que conviven hoy por hoy en Elche dejan su huella cada día y, en ocasiones, no se termina de entender o aceptar la llegada de otras poblaciones. Por eso, desde la Asociación Tateiju, se ha puesto en marcha un programa de integración que pretende contribuir con el proceso de adaptación de los niños en edad escolar. De esta manera, a través de circuitos suscritos con los colegios, la organización ha emprendido un proyecto que integra actividades relacionadas con la cultura de los distintos países que están arraigados en la localidad.

Saber donde se localiza geográficamente Venezuela o Rusia, aprender el significado de la bandera de Senegal o Argentina, conocer la comida típica de Colombia, Marruecos, Rumania o Sudáfrica, y disfrutar de la música y de los juegos típicos de la India, México o Ecuador son algunas de las propuestas de los talleres.

"El objetivo es abrir el ámbito de la tolerancia, y enseñar desde la infancia a superar el miedo o el rechazo a lo desconocido", explica Irantzu Bastardo, coordinadora de la sede. Con ello, los circuitos, que se orientan cada mes a dar a conocer la tradición de un país diferente, arrancarán en octubre con los escolares del colegio Dama de Elche y está pensado que se desarrolle con los demás centros educativos interesados.

Además de enseñar por medio de los circuitos culturales las "diferencias de cada nación para entender que no somos tan diferentes", explica Irantzu, la asociación ha puesto en marcha un taller de informática, dirigido a niños y a adultos. Una iniciativa que ha sido posible gracias al proyecto promovido por Heidy Villegas, ganadora del concurso impulsado por la Fundación Vodafone España. La integración, la educación y el intercambio cultural son los tres pilares fundamentales sobre los que se asienta este programa. Enseñar a hacer un currículum, acercar al usuario el manejo de las nuevas tecnologías o promover la tolerancia a través de programas informáticos conforman algunas de las claves que tienen como propósito abrir las puertas en pro a la inmigración.

Así, después de cuatro años de existencia en Elche, Tateiju ha dado un paso más en la integración con un proyecto lleno de ilusiones que ha podido convertirse en realidad, gracias al esfuerzo de los diez profesionales que componen la asociación, y con el apoyo de la Fundación Juan Perán Pikolinos, la UMH, la Fundación Vodafone España y el Ayuntamiento de Elche.