Más alumnos y menos profesores propician un cóctel explosivo en las aulas de la provincia con motivo del arranque del curso, el próximo jueves, día 9, que llega marcado por los recortes económicos que ha llevado a cabo la Generalitat a consecuencia de la crisis general.

Los distintos estamentos de la comunidad educativa no pueden estar más en desacuerdo con la medida. Tanto directores como docentes, padres y representantes sindicales sostienen que el sector educativo debería ser intocable aun en periodos de crisis como el actual, pero el departamento que dirige el conseller Alejandro Font de Mora no comparte este parecer.

De entrada, el recorte del bono infantil que subvenciona el coste de las guarderías a las familias encarece este curso la matrícula entre 12 y 20 euros por niño. Es dinero de más que tendrán que poner los padres. Tampoco los bono-libros alcanzan ni de lejos el coste total de los libros de texto, que obligan a un desembolso que ronda los 100 euros por niño porque la ayuda global se rebaja de 50 a 42 millones de euros este curso.

Al margen de estos recortes en las subvenciones habituales por parte de la Conselleria de Educación, la situación en las aulas se avecina algo más precaria porque se han eliminado docentes -los sindicatos calculan al menos medio millar de profesores menos en la provincia porque se han adjudicado 1.222 vacantes menos en la Comunidad, como cifró ayer Javier Zurita de Fete-UGT- mientras que el número de alumnos sigue en aumento.

El Ministerio de Educación apunta un crecimiento del 3% de matrículas entre los niños más pequeños, de 0 a 3 años, y del 7% en FP. Sin embargo, siguen faltando aulas en la red pública para los más pequeños -uno de cada ocho niños de esta edad no tiene plaza escolar en Alicante porque faltan centros para el 12% de la población infantil- y la reducción de aulas en los institutos dejan sin trabajo a unos trescientos profesores de la provincia.

Otros doscientos docentes se eliminan de la educación compensatoria que se dirije al alumnado más desfavorecido y con problemas de aprendizaje. El departamento de Font de Mora ha metido la tijera y eliminado 175 de estos docentes en colegios y otros 225 en institutos, según CC OO.