Casi veinte años después de que fueran colocados, la Conselleria de Infraestructuras y Transportes está llevando a cabo estos días la retirada y eliminación de todos los bordillos separadores del carril-bici de la carretera de Elche a Santa Pola. Los trabajos dieron comienzo hace ya algo más de una semana y no están exentos de dificultades, ya que los operarios deben señalizar los tramos donde se está actuando para avisar a los conductores.

Además, el levantamiento de los bloques de hormigón no siempre es fácil, ya que están anclados al asfalto con unos clavos o tornillos. En alguna ocasión no queda más opción que la de destruir el bloque con una maza. Con esta medida se pretende mejorar la seguridad vial de esta carretera secundaria de la red de la Comunidad Valenciana (CV-865) que tiene doce kilómetros de recorrido y que en verano soporta un volumen de tráfico con una media diaria de unos 15.700 vehículos, según los últimos datos que ofrecía recientemente el Ayuntamiento de Elche.

Los problemas de seguridad que sufre este vial tienen que ver con su trazado, prácticamente rectilíneo, que lleva a muchos conductores a sobrepasar los límites de velocidad y con multitud de incorporaciones de coches en puntos auxiliares, cruces y rotondas.

Los actuales bordillos separadores del carril-bici, en realidad, sustituyeron a otros que empezaron a colocarse en el año 1991 y que motivaron múltiples quejas de los conductores e, incluso, de los ciclistas. Los grandes bloques de hormigón originarios suponían todo un peligro para los vehículos, con el riesgo añadido para los ciclistas en el caso de que coincidiera un accidente de coche cuando éstos circulaban por el carril de bicicletas. La entonces Conselleria de Obras Públicas acordó, junto con los alcaldes de Elche y Santa Pola, sustituirlos por unos bloques más pequeños, con los cantos redondeados y separados unos de otros. Así y todo, estos bordillos nunca han sido del agrado de nadie porque suponían, en opinión de una gran mayoría, más peligro que protección.

La retirada de los bordillos ha sido bien recibida por los conductores, ya que el carril-bici de este vial apenas es utilizado por ciclistas.