Antonio Brotóns tiene 41 años y recuerda que a los 16 se subió a su primera palmera. Pero antes, al salir del colegio, ya aprendía de su familia a trabajar y aprovechar todas los elementos de este árbol que es todo un símbolo y orgullo de Elche.

¿Denoto una cierta nostalgia por tiempos pasados, por cómo antaño se cuidaba y trabajaba la palmera?

Ahora ya no se hace tanto aprovechamiento del árbol, y la palmera se vende más bien como planta ornamental. Además, hay que recordar que los antiguos palmereros fueron los creadores del verdadero Palmeral que tenemos.

¿Cómo aprendió esta labor?

De mi padre, pero luego aprendí a podar bien y a conocer mejor este oficio en las Islas Canarias. Me contrató una cadena de hoteles y allí aprendí mucho, por lo que creo que en Elche también queda mucho por incorporar en este oficio.

Y el oficio ¿va a mejor o a peor?

El oficio de palmerero ha decaído mucho por la mala praxis. Hay gente que se dedica a esto sin formación, y además, para hacer este trabajo, hay que tener amor a la palmera. La palmera es un ser vivo y a esto uno no se puede dedicar de repente de la noche a la mañana. Es necesario un reconocimiento de este oficio, es un disparate que estemos incluidos dentro de la jardinería. Nuestro oficio no está bien visto ni valorado. Los propietarios de huertos miran el precio sin mirar si el que trabaja es profesional, si está dado de alta, si es autónomo o tiene un seguro. Muchas podas están mal hechas porque las hacen jardineros aficionados o los propios propietarios con métodos agresivos.

¿Cómo se está trabajando la palmera hoy en día?

La palmera está atravesando ahora por su peor momento de sanidad vegetal. Se está poniendo de moda una práctica de poda que va en detrimento de la salud del propio ejemplar. Se están utilizando equipos no homologados y se llega a erosionar la palmera sin saber si esas heridas podrán cicatrizar.

¿Y en cuanto al picudo?

Está extendido por toda la Comunidad Valenciana, Francia e Italia, pero en cuanto a los viveros de Elche el control es impecable. El problema está en los particulares, el que tiene una o más palmeras en su campo y no hace nada. Creo que incluso habría que sancionar al que no hiciera nada, porque una palmera infectada puede dar pie a que 100 ó 200 picudos afecten a otras tantas palmeras del entorno. Éste es un problema de todos y todos nos tenemos que involucrar.

¿Cómo recibe este galardón?

Por un lado me siento bien, pero por otro mal porque hay mucho por hacer por este oficio y por la palmera y porque pienso que este Patrimonio de la Humanidad debería estar más cuidado de lo que está.