La partida ilicitana de Matola se prepara para el último fin de semana de sus fiestas en honor a la Virgen del Carmen en un año muy especial, ya que se conmemora el 30 aniversario de la festividad en la pedanía. Sin embargo, entre el ambiente de júbilo propio de estas fechas, los residentes de la zona se vuelven encontrar, al igual que ocurre en la gran mayoría de las 30 partidas ilicitanas, con la necesidad de ver sus caminos en condiciones.

"Aunque Riegos de Levante ha asfaltado algunos caminos y el Ayuntamiento arregló el del Barranco y cada cierto tiempo se reparan los baches, todavía hay algunos, sobre todo los de la parte norte, que presentan muchos socavones", señala Vicente Pascual, alcalde pedáneo de Matola. A ello se suma la estrechez de algunos caminos que han tenido que ser pintados para evitar accidentes y la abundancia de broza en los laterales, que según el presidente de la Asociación de Vecinos, Antonio Maciá, da una imagen de abandono en la partida rural. Pero, además del estado de dejadez de algunos de los caminos, muchos vecinos de la zona se quejan por la suciedad que se percibe en los alrededores de los contenedores de basura, porque algunos de los residentes de Matola dejan las bolsas en el exterior a la vista de todo el que pasa por la pedanía.

Pero, no muy lejos de esta realidad, la partida rural cuenta con una gran extensión de terrenos y fincas, y parte de algunos territorios privados se encuentran también en unas circunstancias de descuido debido a la abundancia de matorrales. En el lado de las prioridades de los vecinos, la línea de autobús, aunque también ha visto mejorado su recorrido con el paso del tiempo, necesitaría cambiar el trazado y pasar por el camino del Barranco para llegar a zonas donde el trasporte público no pasa. "Hay muchos vecinos que no pueden coger el autobús porque las paradas les queda muy lejos de sus casas", admite Maciá.

Otra de las pretensiones que existen para la partida a medio plazo, según indica Vicente Pascual, es la creación de un núcleo con mayores servicios para los vecinos, como un centro social, un parque y un polideportivo. "El objetivo no es la creación de un núcleo muy extenso, porque si no Matola perdería su encanto", dice el pedáneo.